Aznar promete apoyo a los familiares de españoles desaparecidos en Argentina

En un delicado equilibrio diplomático, el presidente José María Aznar intentó ayer contentar a dos partes: apoyar a los familiares de los españoles desaparecidos a manos de los militares durante la dictadura argentina y no entrar en colisión con la justicia de este país que. ha cerrado el proceso por aquellos crímenes. Aznar, que recibió durante media hora en Buenos Aires a una comisión de familiares de desaparecidos españoles, prometió asistencia jurídica gratuita y expresó su deseo de que se establezca la verdad histórica sobre los hechos ocurridos en el periodo 1976-1983.

Si existen pocas esperanzas de conocer el destino final de los 30 españoles y 300 hispano-argentinos desaparecidos en las cárceles clandestinas de la dictadura, los familiares anhelan localizar a los "diez niños de los españoles desaparecidos" que fueron entregados por los militares a familias de confianza de la dictadura. Así lo afirmó Consuelo Castaño, que perdió a su marido en 1979 y que forma parte de la comisión que se entrevistó con Aznar.El problema de los desaparecidos formó parte también de la primera entrevista de trabajo que mantuvo ayer Aznar con el presidente Carlos Menem en la Casa Rosada. Los dos gobernantes hablaron extensamente sobre este delicado asunto, según fuentes diplomáticas españolas. Aznar y Menem realizaron un análisis coincidente sobre este problema, que en Argentina está judicialmente cerrado y que en España ha reabierto el juez Baltasar Garzón, que investiga el presumible asesinato de los españoles desaparecidos.

La conversación de Menem y Aznar sobre este tema fue calificada como "sincera y abierta". Las mismas fuentes indicaron que Aznar tiene la certeza de que no hay ningún intento por parte de las autoridades argentinas de no descubrir la verdad de lo ocurrido durante los años del terror militar.

La comisión de familiares pidió a Aznar que anote las pesquisas del juez Garzón contra los jefes militares implicados en la guerra sucia. El Gobierno español considera el caso de los desaparecidos como un asunto interno de la sociedad argentina. Su conclusión -la ley de obediencia debida y punto final, además de los indultos concedidos posteriormente por el presidente Menem a los principales responsables de aquellos crímenes- ha dejado profundas heridas entre los familiares de los más de 10.000 desaparecidos.

El presidente español, que inició ayer su primeras jornada oficial de la visita, calificó de "espectacular" el cambio económico registrado en Argentina bajo la presidencia de Menem, que ha impulsado un proceso de liberalización cuyo próximo hito será la venta por decreto del servicio de correos del país, como nuevo paso en las privatizaciones aplaudidas por Aznar. "El proceso de cambio histórico que se ha producido en Argentina tiene exactamente eso: una dimensión histórica", afirmó el presidente español en un discurso en la Bolsa de Buenos Aires. Este entusiasmo de Aznar, que ayer mantuvo su primera entrevista de trabajo con Menem, contrastaba con las palabras que tuvo que escuchar el día anterior de boca del presidente del Consejo de Residentes Españoles en la Argentina, Francisco Lores: "Este pueblo no tiene recursos mínimos para vivir con dignidad. Hoy una gran mayoría de los españoles en Argentina no vive bien".

Aznar fue recibido oficialmente en la plaza de San Martín con honores militares por el ministro de Asuntos Exteriores de Argentina, Guido di Tella, desde donde se desplazó a la Casa Rosada para entrevistarse con Menem tras recibir de manos de éste la Gran Cruz e la Orden del Libertador.

Aznar aprovechó un hueco en su agenda para visitar en su domicilio al escritor Bioy Casares, con quien compartió un café. Hoy volverá a tener un segundo encuentro de trabajo con Menem antes de regresar a Madrid.