Simeón de Bulgaria pide que se elija un Gobierno reformista de coalición
En un mensaje que por voluntad del Gobierno interino búlgaro fue televisado en directo a la nación, Simeón de Bulgaria dejó ayer patente su intención de modelar el inmediato marco político de su país, a cuya dirección aspira. El rey exilado en Madrid, que visita Bulgaria en vísperas de las elecciones legislativas del sábado, dijo ante un enfervorecido auditorio que la Constitución monárquica de 1879 "nunca ha sido abolida legalmente y vive como un ideal en el corazón de los búlgaros". Y pidió a sus conciudadanos. una afluencia masiva a las urnas y la designación de un Gobierno reformista de coalición.
Simeón Sajonia-Coburgo, que hoy se entrevistará en Sofía con el presidente Petar Stoyanov, llegó en avión privado a la localidad de Veliko Tarnovo, unos 200 kilómetros al este de la capital, para participar en el aniversario de la Constitución de 1879, la primera de que se dotó Bulgaria como nación Estado tras cinco siglos de dominación turca. Simeón fue recibido por miles de incondicionales y tomó parte antes de su mensaje en una ceremonia religiosa oficiada por dignatarios de la iglesia ortodoxa búlgara.Simeón II, que abandonó su país de niño, en 1946, tras la misteriosa muerte de su padre Borís III, se presentó como monarca de todos ("no acepto que nadie me enseñe cómo debe actuar un rey constitucional") pero pidió a sus conciudadanos que eleven al nuevo Parlamento a una mayoría reformista que haga los cambios democráticos que Bulgaria necesita. "Un Gobierno de coalición podría garantizar esto... y yo aceptaría con alegría un movimiento en esta dirección", señaló en su poliédrico mensaje tras mostrar su preocupación "por la tendencia de algunos en los últimos meses, a monopolizar las reformas democráticas", en alusión a la Unión de Fuerzas Democráticas (UFD), la coalición derechista que dirige Iván Kostov y a la que se da como segura vencedora de los comicios frente a sus adversarios socialistas.
El Gobierno de coalición aludido por Simeón de Bulgaria sin nombrarlo es uno entre la UFD y la Alianza de Salvación Nacional, un agrupamiento de partidos monárquicos y la formación que representa a la minoría étnica turca, cuyos dirigentes le visitaron la semana pasada en Madrid. "Un sistema monopartidista", añadió refiriéndose a las expectativas electorales de la UFD, "no es deseable en los Balcanes... y no sería bien aceptado por las democracias europeas".
Al hilo de la crítica situación en la región, Simeón Il es el mejor colocado de los reyes o pretendientes balcánicos (Leka de Albania, ahora en su país, Miguel de Rumania o el aspirante yugoslavo Karageorgevitch), para ocupar un lugar prominente en la vida política de su país. Pero el políglota hombre de negocios afincado en Madrid, de 59 años -que ayer habló en un excelente búlgaro a sus atribulados conciudadanos, muchos de los cuales le contemplan como un rey mago en potencia-, insistió en que nadie debe apropiarse de su imagen con fines partidistas. "Se equivocan quienes piensan que Simeón divide a los búlgaros entre monárquicos y republicanos o izquierdistas y derechistas", remachó en un intento de hacer prevalecer su papel institucional por encima del mensaje concreto.
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