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Scotland Yard deja libre a un escultor ingles acusado de usar cadáveres humanos en sus obras

Anthony-Noel Kelly fue carnicero y trabajador de matadero

El escultor Anthony-Noel Kelly fue puesto el miércoles por la noche en libertad vigilada por detectives de Scotland Yard, que continúan investigando las acusaciones contra el artista de robar partes de cadáveres humanos. La investigación llega después del descubrimiento de trozos de unos 30 cadáveres en el estudio de Kent y en una casa en Kent. Científicos forenses intentan identificar los restos, que se sospechan fueron robados en hospitales de facultades médicas. Kelly utilizaba los restos como base para esculturas que recubría con moldes de rostros y cuerpos reales.

Kelly, de 41 años, antiguo trabajador de matadero, carnicero y sobrino del Duque de Norfolk, había admitido previamente que manejaba piezas de cadáveres- humanos en su estudio de Clapham al sur de Londres, y que los usaba para hacer moldes de escayola. Lo que hizo saltar la alarma y originó la investigación fue la queja de un espectador que creyó reconocer la cara de un anciano muerto en un busto de Kelly bañado en plata.La pieza, que incluía la cabeza y el rostro, con parte del cerebro seccionado, se exponía en la feria de arte contemporáneo de Londres el pasado mes de enero, con un precio de 4.500 libras. No encontró comprador. El artista admitió entonces: "Estoy preocupado de que alguien pueda reconocer al anciano". En los últimos meses Kelly ha estado dando clases dos veces a la semana en el Instituto de Arquitectura de Gales. La institución declinó ayer hacer comentarios sobre este asunto.

Al amparo de la noche

Un portavoz de Scotland Yard afirmó en relación al caso: "Siguiendo las recomendaciones de la Inspección de Su Majestad, oficiales del grupo de crimen organizado están investigando sospechas por robo y entierro de cadáveres sin permiso. Se está realizando una búsqueda en el sur de Londres y en una propiedad de Kent donde han sido encontrados restos de varios cuerpos".Kelly fue arrestado el pasado 2 de abril. El artista no ha revelado en ningún momento de dónde sacó los miembros humanos que utilizó, pero afirmó recientemente a un periódico británico: "Fue difícil conseguirlos, lo hice al amparo de la oscuridad. Tuve tras de mi a la policía en una ocasión porque alguien les dio el soplo".

Kelly, que trabaja en un estudio lleno de moldes de torsos humanos que cuelgan de las paredes, dice que su propósito es el de desafiar las ideas sobre la vida y la salud como requisito para los cánones de belleza. El sostiene que de esta forma inmortaliza a los muertos. "No quiero hacer daño a nadie. Yo encuentro belleza en la"muerte. Después de todo, estos eran cuerpos en putrefacción. Al verlos nos recuerdan a nosotros mismos, a la forma en que todos terminaremos". Kelly afirmó hace dos días: "Estoy ayudando a la policía en todo lo posible, y no puedo añadir nada más".

The Independent

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