Dueño de varios negocios-pantalla y de un chalé forticado en Granada
De Falco fue detenido en Granada en diciembre de 1995 en el curso de la Operación Goya contra un grupo camorrista cuyo asentamiento fue detectado en Granada y la Costa del Sol. Nunzio de Falco vivía en un chalé fortificado en Santa Fe (Granada), y justificaba sus ingresos con tres pizzerías y varios locales de diversión.Lupo llegó a Granada a mediados de los 80 huyendo de Italia, después de que su hermano Vincenzo y otros miembros de su familia fueran asesinados por otra banda rival tras la desaparición en Brasil de Antonio Bardellino, huido de España a raíz de que el entonces titular del Juzgado Central número 1, Ricardo Varón Cobos, decretase su libertad bajo fianza de 5 millones.
El jefe camorrista organizó su red delictiva teniendo como presunto lugarteniente a Gabriel Molina Gálvez, empresario de máquinas tragaperras y con antecedentes policiales por extorsión y secuestro. Un sobrino de Molina Gálvez fue detenido en Cascais, (Portugal), acusado del asesinato de Antonio lovine. Éste último, según las declaraciones del arrepentido Carmine Schiavone, habría asesinado en Brasil al capo Antonino Bardellino, si bien el cadáver de éste no apareció nunca. A lovine también se le atribuyó el asesinato de Vicenzo de Falco, hermano de Nunzio, antes de caer abatido a balazos en Portugal cuando se encontraba en el interior de una cabina telefónica.
La guerra entre los clanes de Bardellino -al que pertenecía Nunzio de Falco hasta la desaparición del capo en Brasil- y el clan de Mario lovine arrojó un saldo de entre 50 y 60 asesinatos, entre ellos el del párroco de Caserta, un cura anticamorra, cuyo esclarecimiento buscan los fiscales de la justicia italiana.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.