El Barça se deshace de un simplón Sporting

El Barça se dezhizo con una precisión de cirujano del Sporting, un equipo terriblemente simplón que se presentó en el Camp Nou con talante de turista. El grupo azulgrana ha necesitado varios meses pero lo ha conseguido: vive un momento dulce en juego y resultados -suma 10 partidos sin perder- desde que el balón y la técnica priman sobre el taconazo y el miedo a perder. Este es un equipo más solidario en que Ronaldo sigue siendo el rey, pero que, a diferencia de antes, el pastel de os goles se reparte. Al menos el estado de gracia coincide con los meses cumbre de la temporada. El líderato está lejos, pero la semifinal de la Recopa, el jueves ante el Fiorentina, está a la vuelta de la esquina. No se presenta mal el duelo con los italianos con el Barça en racha.El día dejó una de cal y otra de arena: el Camp Nou celebró a lo grande el empate del Betis en Sevilla que le permite amarrar aún más la segunda plaza que le da el pase directo a la Liga de Campeones. Los azulgrana superan ahora a los béticos en dos puntos y saben de sobra que no habrá perdón si la próxima temporada se pierden medirse con los grandes de Europa. Pero algo preocupa: la enfermería empieza a presentar un excesivo número de pacientes. Sergi tiene un brazo roto, Iván de la Peña y Guardiola, sancionados, no jugarán ante el Fiorentina por sanción y Luis Enrique fue retirado ayer en camilla.

Robson continuó con el esquema que tan buenos resultados le ha dado en las últimas semanas. Puede decir que no ha renunciado a su filosofia, pero desde que ha quitado artillería pesada este equipo funciona. Y encima los rivales ya no le intimidan. Popescu se quedó en la caseta y el guíon se volvió a repetir: Guardiola e Iván de la Peña, con muchos quilates de talento en sus botas, siguieron mandando en la sala de máquinas escoltados por delante por el trío compuesto por Figo, Giovanni y Stoichkov. Y Ronaldo, solo, delante. El equipo tenía buena pinta y el Camp Nou lo agradeció. El balón trianguló, viajó sobre el césped a una velocidad razonable y Figo pudo exhibirse con sus regates.

No tardó el Barça en sellar su inmensa superioridad sobre el Sporting, un equipo que según Floro venía a ganar pero que se mostró tremendamente conservador. Ronaldo y Guardiola, los dos hombres más deseados del Barça -el Parma le ofrece 250 millones al año al centrocampista para que recale en el calcio- cocinaron el primer gol. Sólo se habían jugado 13 minutos de partido cuando Guardiola sacó una falta, Ronaldo tejió de tacón una pared con Giovanni, chutó después a la base del poste y su compatriota acompañó el balón hasta el fondo de la portería.

El partido discurrió con placidez y se contagió de la calma, del sol y de la lentitud exasperante del Sporting que se metió en su casa sin atreverse tan siquiera a asomarse por el área de Baía. El Barça apretó sin excesiva fortuna, aunque ello no le impidió a Stoichkov enviar un balón al poste, de falta, y a Giovanni errar un par de goles cantados. Pero Iván de la Peña, más retrasado ayer que en otras ocasiones, algo deslucido hasta ese momento, decidió sentenciar el partido. Recibió un pase de Giovanni y lanzó una diagonal perfecta que Ablanedo no logró detener.

El Barça, asentado ya con el resultado, liberado ya de la presión de no tropezar en esta Liga, se dedicó a jugar a lo grande. Pocas segundas partes se han visto esta temporada como la de ayer. Stoichkov y Figo, en estado de gracia, abrieron en canal al Sporting por la banda derecha con contraataques dibujados con tiralíneas. El Sporting desapareció. No es raro que no haya puntuado fuera de casa en esta segunda vuelta y que Julio Salinas, pese a llevar tres meses en Japón, siga siendo su máximo goleador. El dominio insultante azulgrana mereció el apaluso del público. Cómo será que hace tiempo que ya no se escuchan silbidos ni se ven pañuelos. Llegó el tercer gol de Ronaldo, al que no le afecta tanto viaje, el cuarto de Pizzi... la Copa del Rey de balonmano y el empate del Betis. Tarde primaveral en el Camp Nou.