Rusia pierde terreno en la CEI ante la creciente influencia de Ucrania
Rusia está inquieta por su pérdida de influencia en los países de la Comunidad de Estados Independientes (CEI, organización que ha producido mies de papeles, pero pocos proyectos realistas y atractivos para las ex repúblicas soviéticas. En la CEI, las fuerzas centrífugas en relación a Rusia son más dinámicas que las centrípetas, si se exceptúan Bielorrusia y su presidente, Alexandr Lukashenko, slempre dispuesto a abrazar al hermano mayor eslavo, y Tayikistán, cuyo régimen depende de Rusia.
La creación de contrapesos a Moscú es uno de los principales patrones de comportamiento que los países de la CEI han acuñado a lo largo de cinco años. Éstos se apoyan mutuamente para reducir la dependencia de Rusia en el campo económico, político y militar.El aseguramiento, de los suministros energéticos y de rutas dé transporte al margen del territorio ruso son prioritarios entre los vecinos de Rusia. En sia central, los regíenes de Kazajistán, Uzbekistán" y Turkmenistán miran sobre todo hacia Irán y el Golfo Pérsico. Turkmenistán, simultáneamente, quiere dejar puertas abiertas a una futura colaboración con los talibanes en Afgahistán. En vísperas de la última cumbre de la CEI, a fines de marzo, Ucrania, Georgia y Azerbaiyán volvieron a estudiar la idea de evitar el territorio, ruso Para el traslado del cruudo del Caspio a Europa.
Tanto el presidente de Georgia, Edvard Shevardnadze, Como el de Azerbaiyán, Gueidar Alíev, visitaron Kiev, y los observadores creen que ambos viajes estuvieron coordinados. Ucrania y Azerbaiyán han firmado un acuerdo de colaboración en el campo del petróleo y del gas que contempla el transporte de crudo del mar Caspio a Ucrania por rutas que pasan por Georgia y por Rusia.
Burlar el territorio ruso -vía Ucrania- en el transporte de crudo azerbaiyano a Europa implicaría enormes inversiones, pero la idea está en el aire. El crudo de los campos kazajistanos de Tenguíz ha comenzado ya a ser exportado vía Georgia (en ferrocarril primeyo y en barco hasta el puerto de Poti, en el mar Negro, después). Todo indica que el crudo azerbaiyano circulará antes por la ruta georgiana:, que por la ruta rusa, que concluye en él puerto de Novorrosisk. En contra de lo previsto, esta ruta sigue bloqueada debido a los desacuerdos entre Moscú y los, dirigentes de Chechenia, por donde pasa- el oleoducto. Los rusos, reaccionan con susceptibilidad ante cualquier idea de afianza hostil y son. particularmente sensibles a las operaciones de las compañías occidentales en la zona del Caspio y sus aledaños.
Conflictos
Apoyándose en occidente Azerbaiyán ha reforzado posiciones y Guéidar Alíev se ha hecho más consciente de las bazas en su poder. Tanto Azerbaiyán como Georgia están descontentos del papel de Rusia en los conflictos respectivos del enclave del Alto Karabaj (ocupado por los armenios que extienden su control al 20% del territorio azerbaiyáno) y en la república secesionista de Abjasia. Bakú y Tbilisi son cada vez mas críticos con el papel de Rusia como mediadoray pacificadora. Y en este contexto, Ucrania aparece como una comoda alternativa a Rusia como mediador en conflictos regionales. Los ucranios se disponen a desempeñar un papel más relevante como tropas de interposición (en sustitución de tropas rusas) en el conflicto entre Moldova y la región secesionista del Trandsniéster y acaban de regalar a Georgia su primera lancha rápida patrullera para vigilar sus fronteras marítimas en el mar Negro. La tripulación se ha formado en Ucrania.
Rusia soporta mal que otros países de la CEI le hagan la competencia en el mercado exterior y esto se aplica especialmente a las ventas de armas. El suministro de tanques ucranios a Pakistán ha causado cierta tirantez en Moscú, que lo ve como un desafío a sus relaciones militares con India. El volumen comercial de Rusia con los países de la CEI ha disminuido y en lo que va de 1997 ha sido un 15% menor que en el mismo periodo de 1996.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.