Latidos e hipertensión
En las situaciones de estrés agudo se produce una elevación momentánea de la presión arterial y una aceleración transitoria del ritmo cardiaco. Paralelamente, se activa toda una cascada de hormonas, fundamentalmente la regulada por el eje hipotálamo-hipófisis-adrenal.En este proceso se liberan hormonas, como la adrenalina, que acelera el corazón, regula la tensión arterial, genera energía y produce agresividad. También endorfinas, hormonas que causan efectos analgésicos que ayudan a paliar la sensación de angustia, o cortisol, la hormona que genera energía para la lucha o dispone los mecanismos para la huida.
"Existen situaciones de estrés normales que todo el mundo sufre alguna vez. Pero también hay un estrés patológico que, desde el punto de vista médico, es considerado como una respuesta exagerada y no adaptativa al estímulo que la provoca", dice Antonio Armario, internista del hospital de la Cruz Roja de Hospitalet de Llobregat (Barcelona).
Este experto explica los resultados de un estudio sobre los mecanismos del estrés agudo y sus repercusiones sobre la pared arterial y las complicaciones cardiovasculares que puede provocar.
"En el laboratorio", explica, "simulamos un estrés que se aplica mediante una serie de pruebas, fundamentalmente ejercicios mentales, que deben realizarse con gran rapidez. Una vez generada la situación de estrés agudo, se pasa a otra de reposo y relajación".
En estas pruebas se estudian las modificaciones de la presión arterial y se observa cómo la tensión de cada persona, partiendo de cifras de presión similares entre los sujetos estudiados y ante los mismos estímulos, sufre variaciones que son muy diferentes entre los distintos participantes.
Según afirma Armario, que forma parte de uno de los pocos grupos que hay en el mundo investigando los mecanismos del estrés agudo y su repercusión en la presión arterial, un hecho claro es que el estrés desencadena hipertensión y complicaciones cardiovasculares y las personas más vulnerables a él tienen el doble de posibilidades de sufrir estas consecuencias.
Este especialista admite que todavía no se sabe si por sí solo el estrés puede dañar la pared arterial o vascular y precipitar los accidentes cardiovasculares, pero sí "se evidencia que es un importante factor desencadenante cuando ya está lesionada la pared vascular y/ o existen factores de riesgo cardiovascular, como hipertensión, colesterol alto, diabetes, obesidad y tabaquismo".
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