Al cuidado de las nuevas repoblaciones

Los agentes de la policía ecológica, además de vigilar a los cazadores y a. los pescadores furtivos en la Casa de Campo, protegerán este año las nuevas repoblaciones de flora y fauna emprendidas por el Ayuntamiento de Madrid en el mayor parque de la ciudad.Durante el año pasado, el Área de Medio Ambiente soltó en la Casa de Campo alrededor de 300 perdices y más de 200 liebres. Colocó 250 nidos, 120 comedores y 10 plataformas para cigüeñas.

Además de esto, se plantaron 90.000 árboles y 120.000 arbustos, para, lo que se han acotado muchas de las zonas de la Casa de Campo a fin de que los visitantes no dañen los plantones. También se han acondicionado diversas charcas o pequeños lagos donde ya se han instalado patos salvajes y adonde pronto irán a parar nuevas colonias de ranas o de otro tipo de batracios.

A lo largo de 1997, 1998 y 1999 se plantarán otros 11.000 árboles de especies autóctonas (la mayor parte, encinas y alcornoques), 10.500 arbustos y 250 plantas palustres.

También está previsto terminar de construir la valla de ladrillo para que rodee completamente el parque; además, se erigirá un centro para el cuidado de las cigüeñas y se acometerán mejoras en el cauce de los arroyos Meaques y Antequina, que surcan el parque.

El presupuesto de toda esta operación asciende a 1.600 millones de pesetas, de los que el municipio ha aportado el 20% y la Unión Europea, por medio de los fondos de cohesión, el 80% restante.

La consecuencia de todo esto, tal y como lo ve el paseante en la actualidad, es una Casa de Campo con multitud de arbolitos recién plantados.

Un visitante habitual recordaba el pasado lunes que si no llovía pronto, los técnicos del Ayuntamiento deberían plantearse empezar a regar las especies recién colocadas, porque se corría el riesgo de que muchas comenzaran a secarse.