Los detectives genéticos del siglo XXI
La genética de poblaciones, la información que se extraiga de análisis genéticos estadísticos y de familias portadoras de mutaciones genéticas relacionadas con enfermedades conformará la genética humana del siglo XXI. Será una labor detectivesca que se remontará hacia atrás en la historia y dará claves sobre la evolución. Habrá culminado entonces el esfuerzo actual por conocer el genoma humano (la composición, situación y posiblemente la función de todos los genes) y empezará una nueva etapa en la que se aplicará lo obtenido para avanzar. Es la visión que tiene del futuro la conocida genetista estadounidense Mary Claire King, cuyo trabajo fue decisivo para identificar el gen del cáncer de mama hereditario, conocido como BRCA1.King es conocida tanto por su trabajo científico como por su implicación en temas sociales relacionados con él, como la identificación de los nietos de las abuelas argentinas de la plaza de Mayo y la sensibilización en pro de medidas contra la epidemia de cáncer de mama entre las mujeres de los países desarrollados o contra el uso inadecuado de la información genética individual. Ahora trabaja en la Universidad del Estado de Washington, en Seattle, donde comentó recientemente el futuro de su especialidad.
Conocer el origen de las enfermedades genéticas es una de las cuestiones fascinantes que se presentan en el próximo siglo, argumenta King. Dónde se dio por primera vez una mutación determinada del gen BRCA1 que ahora afecta a 200 familias estudiadas y es causa del cáncer de mama y cómo evolucionaron ésta y otras mutaciones por la presión de factores externos es una de las preguntas. Pero también se puede utilizar la estrategia para identificar desórdenes genéticos complejos (no dependientes de un solo gen) que se sospecha dan lugar a enfermedades como la diabetes, las cardiovasculares, la esclerosis múltiple o el lupus eritomatoso.
Hay otro aspecto de la genética que viene que no tiene que ver con enfermedades y es la respuesta a la pregunta ¿de dónde venimos? El origen del actual ser humano parece ser Africa y la genética será la que lo establezca con seguridad.
Por otro lado, llegar a conocer los factores que determinan la expresión de los genes en cada célula permitirá avanzar en la alteración del fenotipo para evitar determinadas enfermedades. King recuerda un ejemplo para subrayar la importancia que tiene el estudio de las familias con mutaciones genéticas singulares. Se trata de una familia procedente de Jerez de la Frontera que se instaló en San José de Costa Rica a finales del siglo XVII. Algunos de sus miembros se quedan sordos al llegar a la adolescencia. No presentan ningún otro síntoma. Es. la única familia conocida en el mundo que presenta esta característica. Si se pudiera identificar el gen afectado, que posiblemente sólo tenga una mutación levísima, se descubriría un gen ahora desconocido que tiene claramente un papel fundamental en el sentido del oído.
Mientras llega el siglo XXI, el equipo de King está ensayando formas de terapia génica para el cáncer de mama y ovarios, mediante el tratamiento de las células cancerosas, en laboratorio y en ratones, con el gen BRCA1 correcto (no mutado). Los resultados han sido alentadores en tumores pequeños. No así en el caso de los tumores grandes como son la mayoría. En la siguiente. fase se ensayará la terapia en humanos, en casos avanzados de cáncer de ovarios, para intentar hacer desaparecer las lesiones microscópicas que sobreviven a la quimioterapia y la cirugía.
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