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Arafat acusa a Israel de burlarse de la ONU

El presidente palestino, Yasir Arafat, describió ayer la decisión israelí de construir nuevas viviendas para judíos en Jerusalén como una violación de los acuerdos de paz y convocó a sus aparatos políticos en sesión de emergencia para "estudiar alternativas". Pero sus palabras se caracterizaron por un tono de prudencia, que refleja su intención de mantener las presiones "en los canales políticos" a fin de evitar un estallido de violencia: "Esta medida representa una gran violación de los acuerdos, va contra las Naciones Unidas y contra todos los acuerdos que han sido firmados".

Ésta fue la breve y taciturna declaración que hizo el líder palestino durante una visita a la ciudad cisjordana de Nablus. Muchos de sus asesores trazaban ayer un panorama sombrío para el futuro de las. negociaciones. "No existe proceso de paz. Lo que hay es un lado que dicta al otro y éste es el caso de Yabal Abu Ghneim", declaró el ministro de Justicia, Frei Abu Medein, utilizando el nombre árabe de Har Homa, la colina entre Jerusalén y Belén que Netanyahu ha elegido para construir unas 6.500 viviendas para judíos en claro desafío a las, advertencias de palestinos y un creciente número de países, incluyendo EE UU, la Unión Europea y Japón.Netanyahu, cuya decisión ha conseguido eclipsar el agitado debate en Israel en tomo al escándalo de corrupción que le amenaza, ha advertido: que su Gobierno derechista no tolerará actos de violencia. Los aparatos de seguridad han enviado refuerzos a varios puntos de Cisjordania para evitar una Tepetición de los choques que en septiembre pasado provocó la apertura del túnel de los asmoneos en Jerusalén y que dejaron un saldo de 61 palestinos y 15 israelíes muertos, en tres días de combates callejeros. "Si se nos plantea un desafío violento, nos veremos obligados a responder con firmeza. Espero que esto no suceda", dijo el dirigente israelí.

Yabal Abu Ghneim, hoy Har Homa, fue capturado por Israel durante la guerra de 1967.Oficialmente, el proyecto prevé también la creación de viviendas para árabes. Fuentes oficiales palestinas e israelíes desmintieron ayer una versión periodística sobre la supuesta existencia de un pacto entre Arafat y Netanyahu para acelerar el repliegue israelí de zonas rurales de Cisjordania a cambio de que el Gobierno palestino aplaque estas iras.

Analistas palestinos aseguraban anoche que, contrariamente a todos los pronósticos, es improbable que estalle una ola de violencia mientras Israel no tome acción específica en el terreno. Los primeros trabajos deben comenzar en dos semanas. Apuntaban además que Arafat, que irá a Washington el 7 de marzo, quisiera impedir que una eventual ola de violencia empañe su encuentro con el presidente Bill Clinton.

La posición palestina se ha visto. fortalecida con la prácticamente unánime condena internacional al plan israelí, pero el efecto de esta acción está condenado a ser nulo. En una desusadamente enérgica crítica al Gobierno de Netanyahu, el portavoz del Departamento de Estado norteamericano, Nicholas Burns, dijo: "Francamente, habríamos preferido una decisión diferente. Hubiéramos preferido que no se hubiera tomado esta decisión".

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