Courtney Love: "Sabía que podía aportar mucho a un personaje trágico"

Courtney Love, la reina del grunge, desea olvidar episodios trágicos de su pasado -el suicidio de su marido, Kurt Cobain- y centrarse en Althea Leasure, el personaje real que interpreta en El escándalo de Larry Flynt, la película de Milos Forman premiada esta semana con el Oso de Oro en el Festival de Berlín. "Sabía que podía aportar mucho a un personaje trágico, dice Love, que se enfrentó a la oposición de Hollywood cuando Forman le propuso trabajar en su película.

Love aguarda impaciente en una habitación de un discreto hotel londinense. Al alcance de su mano tiene bolsas de caramelos, cajas de pastillas para la tos, aspirinas y un abundante suministro de cigarrillos. Y en línea con sus ojazos verdes se sienta su colega americana, la experta en relaciones públicas encargada de rescatarla de preguntas incómodas. "Siempre se descubren aspectos de una misma que reflejan la tragedia que vivió Althea. Pero no puedo identificarme totalmente con su vida y personalidad. Althea nunca tuvo la oportunidad de expresarse completamente; por el contrario, tuvo que contener su genio", señala. Una actitud que la cantante convertida en actriz aún no ha depurado. En varias ocasiones, sus arrebatos de furia han terminado en bofetadas, puñetazos y en citaciones judiciales.Su nueva imagen apenas recuerda a la mujer, cargada de alcohol y otras sustancias, de hace dos años. Love se ha rehabilitado, y para demostrarlo accedió a hacerse análisis semanales durante el rodaje de la película. Su versión sobre tal humillación se traduce en una mirada feroz. "Vamos a hablar de otra cosa", interviene su protectora.

Love recorre en El escándalo de Larry Flynt escenarios que ya conocía: strip-tease, drogadicción y atentados contra la moral pública son algunas experiencias que comparte con la esposa del pornógrafo americano. "Me da igual que la gente encuentre paralelismos entre Althea y mi propia vida. Es más, lo acepto como un cumplido. Yo sabía que era capaz de aportar mucho a un personaje trágico, y mi interpretación en esta película, es muy buena cuando me desenvuelvo como Yo misma y dejo de actuar", reconoce con orgullo.

A petición de Forman, Love adelgazó 10 kilos durante el rodaje. Esta dieta forzada fue necesaria para fingir las secuelas del sida y la muerte dramática de Althea a los 33 años. Y en virtud del guión, Love se pinchó, escena tras escena, hasta llegar al borde de la sobredosis ficticia. Un trabajo de interpretación que en el transcurso de la entrevista la actriz rememora cerrando los ojos, abriendo la boca y gritando para su interior.

El gusanillo del cine le come las entrañas. A sus 32 años, aspira a participar en dos películas este verano y a celebrar el día en que pueda borrar de su currículo Sid and Nancy, donde debutó de la mano de Alex Cox, e incluso Basquiat, otro de sus recientes trabajos. "Brad Pitt no menciona sus primeros papeles en Dinastía y otros bodrios. Su filmografía arranca con Thelma y Louise", compara. Mientras tanto, se esfuerza por encontrar el equilibrio que le permita grabar su tercer disco y salir de gira con su grupo Hole y cuidar de su hija, Frances Bean.