Fomento sacará a concurso este año la ejecución de 500 nuevos kilómetros de autopistas de peaje

El lápiz y la goma de borrar han librado una dura batalla estas últimas semanas sobre los mapas que el Ministerio de Fomento casi había cerrado con el primer plan de autopistas del Gobierno del PP. Se había anunciado que vería la luz el lunes pasado, pero al coincidir con la huelga de transportistas se ha aplazado hasta el martes. El plan prevé convocar este año concursos para adjudicar la concesión de 500 kilómetros de autopistas de peaje, centrados la mayoría de ellos sobre el corredor Madrid-Galicia. También incluye 400 kilómetros de nuevas autovías.

Maastricht ha echado por tierra el II plan de carreteras que había dejado casi elaborado el ex ministro socialista José Borrell. Preveía unas inversiones anuales de 415.000 millones de pesetas, cantidad muy por encima del margen presupuestario (300.000 millones de pesetas) tolerado por los compromisos de la incorporación a la unión monetaria europea.Para mantener la cartera de obras a un ritmo sostenido, con la ayuda de la Ley de Acompañamiento de los Presupuestos y fórmulas de ingeniería financiera que desvanecen el déficit, Fomento ha preparado un paquete de unos 500 kilómetros de autopistas de peaje, según ha sabido este periódico. La mayoría de ellos pertenecen a corredores satélites de autopistas de peaje ya en servicio que se prolongan hasta una capital de provincia (como proyectaba a escala nacional el anterior plan de infraestructuras para el 2007).

Es el caso del acceso a Segovia y Ávila desde la A-6; los enlaces con Zamora y Salamanca desde esta misma autovía; la prolongación de la A-7 desde Alicante a Cartagena; los tramos Santiago de Compostela-Alto de Santo Domingo y León-Astorga y los cinco nuevos accesos radiales a Madrid. Estos últimos proyectos están aún en fase de evaluación de su impacto medioambiental.

Estos trayectos coinciden en la mayoría de los casos con los que el sector privado estaba. dispuesto a financiar según el listado que facilitó la patronal de las constructoras (SEOPAN) al Ministerio de Fomento en las conversaciones mantenidas el pasado año para aquilatar los tramos que podrían construirse sin ayudas públicas.

De esa lista se han caído los que requerían subvenciones de hasta un 40% y los que necesariamente precisaban de ayudas superiores porque las previsiones de su escaso tráfico ofrecían un horizonte muy lejano a la hora de amortizar esas inversiones en las obras.

El peaje que los usuarios pagarían por transitar sobre estas autopistas estaría comprendido entre las 8 y las 10 pesetas por kilómetro, una cantidad inferior a las tarifas en vigor para transitar en las autopistas en servicio. Ello sería posible por el mayor periodo de concesión de explotación de la autopista que la ley de acompañamiento de los Presupuestos amplía de 50 a 75 años, y por la aportación de 40.000 millones de pesetas que hará el Estado. Un dinero proveniente de las privatizaciones de empresas públicas.

El ministro de Fomento ha convocado para mañana, lunes, a los presidentes de las 24 empresas constructoras más importantes del país a una reunión donde previsiblemente expondrá el plan definitivo, con las modificaciones que ha habido a última hora. Unas modificaciones que se alejan de los parámetros considerados técnicos que determinan las actuaciones prioritarias y en qué modalidad conviene ejecutarlas. Así, en el inédito plan sectorial de carreteras (1993-2007) de la anterior Administración, el tramo Santiago-Orense figuraba como vía de conexión importante, pero no se incluía ni como autopista de peaje ni como autovía. Con el Partido Popular en los Gobiernos de Madrid y Galicia, se ha incorporado -según fuentes de Fomento- a la lista de autopistas de peaje el tramo Santiago-Alto de Santo Domingo.

De autopistas a autovías

Otra de las singularidades del plan es la conversión del tramo León-Benavente en autovía de tránsito gratuito. La construcción y explotación de este itinerario se adjudicó directamente a la Empresa Nacional de Autopistas, titular del tramo León-Campomanes, por cuanto se consideró que sería la única concesionaria capaz de rentabilizarlo. Pero el Consejo de Estado informó desfavorablemente esa concesión al estimar que vulneraba la ley de autopistas. Y concluía que no se puede considerar que los 70 kilómetros que separan León de Benavente sean un "añadido" y reclamaba la convocatoria de un concurso público abierto a la libre concurrencia.El sector privado considera este tramo asumible económicamente, pero aun así ha sido descabalgado de la lista de autopistas y pasa a ser autovía, al estar integrado en los accesos a Asturias.