Indefensa

Me dirijo a usted para comunicarle el problema que me afecta y al que, aparentemente, no puedo dar ninguna solución. Espero que sirva para evitar que semejante situación vuelva a ocurrir a los numerosos extranjeros que, como yo, esperan legalizar sus títulos universitarios en España.Soy francesa y estudiante de Filología Hispánica. Poseo la licence y la maitrise de dicha carrera. Siendo dos diplomas franceses me era indispensable que el Ministerio de Educación me los homologara para, luego, poder optar a un empleo en España, país donde deseaba (y sigo deseando) instalarme definitivamente. Reuniendo todos los requisitos para solicitar la homologación, desde Valencia donde residía, viajé a Madrid y entregué personalmente mis diplomas originales para iniciar el expediente en el mes de julio de 1995.

En el ministerio se me informó que tardarían unos seis meses en dictar resolución. Al no tener noticia alguna a lo largo de este tiempo llamé por teléfono varias veces para saber en qué situación se encontraba mi expediente. Al cabo de ocho meses, una empleada del ministerio me aconsejó que presentara una reclamación, sin especificar el tipo de contenido o forma de la misma. Seguí el consejo del mejor modo posible y poco después recibí una carta del ministerio. Al no entender muy bien de qué trataba, llamé a Madrid y una funcionaria a la que expliqué mi caso me dijo que esperara la resolución. Esta re puesta se me dio cada vez que llamé desde el mes de marzo hasta el mes de junio de 1996. En junio de 1996 volví a acudir a Madrid para recuperar mis diplomas originales que necesitaba, y fue cuando se me explicó que la homologación me había sido denegada por una reclamación que había presentado. Me aseguraron que no se podía hacer nada, sino recurrir, lo cual me forzó a buscar un abogado. Mi abogado averiguó que ni siquiera podía recurrir puesto que todos los plazos habían transcurrido. Así que el ministerio me ha dejado completamente indefensa. Desesperada, escribí al Defensor del Pueblo en julio de 1996. Recibí su respuesta en el mes de octubre. Me informaba que siendo múltiples las quejas referentes al mismo departamento han realizado las oportunas advertencias; sin embargo, no puede ejercitar acciones al respecto, aunque considere que el principio de eficacia administrativo es básico en la Constitución Española.

Sé que existen más personas que están viviendo el mismo problema, y me parece increíble hoy en día cuando se nos habla tanto de la Comunidad Europea que ocurran tantos incidentes en procedimientos que deberían ser sencillos.-