El rapto del Sabina
Los programadores de las televisiones y medios de comunicación andan como locos para dar con el intríngulis de lo que espera el gran público. Bueno, pues los programadores debieran estudiar detenidamente el fenómeno Sabina.Sin concesiones a la horterada, ni a la lágrima fácil, ni al morbo, ni a la obviedad, Sabina se mete en el bolsillo al gran público. Y todo ello, a base de calidad y de comunicar a los ciudadanos cuestiones que a todos nos afectan, al margen de la extracción social, política o cultural. Sabina llega al gran público porque va de sincero, de golfo respetuoso, de vividor en el sentido más noble y pecaminoso de la palabra.
Joaquín comenzó el jueves una tanda de tres conciertos de tono acústico e intención plural en el Palacio de Congresos de Madrid como inicio a una temporada de recitales por toda España.
Sabina, viuda e hijos
Joaquín Sabina (guitarra y voz), Pancho Varona (guitarra y voz), Antonio García de Diego (guitarra, teclados y voz), Olga Román (voces y percusión). Palacio de Congresos. Madrid, 13 de febrero.
Recorrerá la piel de toro inoculando en la plebe ganas de juerga, ansias de solidaridad y guiños a la insumisión metafísica. Además, el muy cabrito, conoce el arte de la ternura y la insinuación a placeres de alto calibre, que intensifica con versiones de sus grandes temas y mucha improvisación.
Por eso mismo, el espectáculo se titula En paños menores. Él sabe muy bien que los paños menores son lo más elemental e incuestionable de la vida.
Humilde belleza
La gira que Sabina ha comenzado es una gozada. La escenografía está absolutamente medida. Los músicos, magistrales y enganchados al abismo de la belleza, la humilde belleza de cada día. Sabina es uno de los mejores letristas y compositores de nuestra música popular. Y además, llega al gran público.Que tomen nota los medios de comunicación. Además, al contrario de lo que dicen sus detractores, Joaquín Sabina canta, comunica, apasiona.