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Rodiónov teme la descomposición del Ejército en dos años

, La "terrible situación en que se encuentran las Fuerzas Armadas" rusas es el tema principal de sendas cartas enviadas recientemente por el ministro de Defensa, general retirado ígor Rodiónov, al presidente Borís Yeltsin y al jefe de Gobierno, Víktor Chernomirdin. Pero, a pesar de su deplorable seguridad nuclear y de su falta de medios financieros, las autoridades militares de Rusia planean "un rearme a fondo" a partir del año 2005, en el marco de un plan de reforma en tres etapas que fue desvelado ayer por Rodiónov.El ministro advirtió que, de momento, no hay dinero para la reforma y la modernización del Ejército, y tampoco acuerdo sobre cuál debe ser la doctrina militar rusa. "Si las cosas continúan así por otros dos años, podremos tener una Armada sin barcos, una Fuerza Aérea sin aviones y una industria bélica incapaz de fabricar armas modernas", dijo Rodiónov en una conferencia de prensa que dio conjuntamente con el secretario del Consejo de Defensa, Yuri Baturin.

Rodiónov también está muy preocupado por cómo ha disminuido "la fiabilidad y estabilidad del sistema de dirección de las fuerzas nucleares estratégicas". "Rusia puede llegar pronto al umbral tras el cual perderá el control de sus misiles y sistemas núcleares", manifestó en una entrevista concedida el día antes a un grupo de periodistas rusos.

La reforma militar que propugnan las autoridades militares rusas se extenderá de 13 a 15 años y constará de tres etapas. La primera, técnica, que durará hasta el 2000, prevé un recorte de efectivos al tiempo que da prioridad a los trabajos de investigación para desarrollar nuevas generaciones de armamentos. La segunda, hasta el 2005, establece un sustancial aumento de gastos, haciendo hincapié en la preparación militar y la profesionalización del Ejército. Por último, la tercera, que puede extenderse hasta el 2010, contempla un "rearme masivo para asegurar que Rusia sea una potencia militar".

Por otra parte, la Duma Estatal (o Cámara baja del Parlamento) aprobó ayer, "en principio", la amnistía para los participantes en la guerra de Chechenia. El texto excluye de la amnistía a los chechenos que participaron en las incursiones a Budiónnovsk y Kizliar y Pervornáiskoye. Es decir, que los rusos que bombardearon las viviendas y mataron a decenas de miles de civiles serán perdonados, pero no lo serán los guerrilleros que llevaron el conflicto fuera de las fronteras de Chechenia.

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