Manuel Rivas define al escritor como un "mediador de memorias"
"La memoria individual es importante pero también lo es la memoria colectiva. El escritor es un mediador de memorias que están en el aire". Son palabras del escritor y periodista gallego Manuel Rivas (La Coruña, 1957), premio Nacional de Literatura 1996 con el libro de cuentos ¿Qué me quieres amor? (Alfaguara). Rivas intervino ayer en la Residencia de Estudiantes, dentro del ciclo Los narradores españoles en el fin de siglo, que presenta Manuel Rodríguez Rivero.Rivas, "una especie de espalda mojada", señaló Rodríguez Rivero, utilizando palabras del propio escritor gallego, "siempre a caballo entre la ciudad y el campo y siempre en la frontera de las culturas" , vino ayer a Madrid a hablar de literatura y de periodismo ("las noticias no están tan reñidas con la literatura", le dijo un maestro de periodistas de esos que hay en los periódicos de provincias; en su caso, El Ideal Gallego, de La Coruña, en donde se inició como "mascota" de la redacción); y, de paso, además de hacerlo, y llenar su charla de anécdotas y de sucedidos gallegos, leyó un cuento inédito, Cerca del alma.
Aquel joven aprendiz de periodista del Ideal Gallego, cuyas vicisitudes había contado previamente Rodríguez Rivero, aprendió pronto que "es necesaria la literatura porque hay verdades que no se cuentan". Y aquel joven escritor que fue y es poeta ("poeta como adjetivo, no como sustantivo, tal como dice John Berger") se sentía, entonces, y se siente, según relató ayer, escritor y periodista. "Cuando escribo un reportaje lo escribo con la misma vocación que un cuento y trabajo con los mismos materiales, o sea, con la palabra", afirmó. En su opinión, "la literatura puede ser tan verdadera como un reportaje, quizá lo sea más".
Melancolía y libertad
Tras la intervención previa de Rodríguez Rivero, quien situó el entorno familiar de Manuel Rivas, su vida universitaria, su vocación periodística y su descubrimiento de la literatura, Rivas citó unas palabras de Alvaro Cunqueiro ("el ser humano es un ser solitario que ama tanto la melancolía como la libertad"). E insistió en que ese equilibrio de melancolía y libertad es lo que determina la existencia de la literatura. "La escritura es una relación íntima con la experiencia. La memoria individual es importante pero también lo es la memoria colectiva. El escritor es un mediador de memorias que están en el aire", declaró.Manuel Rivas, aunque trajo un cuento inédito, y lo leyó, lamentó no haber traído, al modo gallego, quesos y aguardiente, o los materiales necesarios para hacer una queimada, de ésas, dijo, que hace Fraga; así que se contentó (y contentó al público, desde luego) con relatar historias de "menciñeiros" (curanderos), historias de Alvaro Cunqueiro pero que contadas por Manuel Rivas, ayer en la Residencia de Estudiantes, sonaban a nuevas.
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