Los fiscales piden 20 meses para el presidente de fiat

Veinte meses de cárcel es la pena pedida por los fiscales de Turín que acusan al presidente de Fiat, Cesare Romiti, de haber creado entre 1985 y 1993 fondos negros por valor de unos 110.000 millones de liras (cerca de 10.000 millones de pesetas) para pagar comisiones ilegales a los partidos políticos y sobresueldos no declarados a Hacienda a los dirigentes de su grupo. En el mismo juicio, que se desarrolla a puerta cerrada y con un procedimiento abreviado, han sido pedidos otros ocho meses de prisión para el director financiero y número tres de Fiat, Francesco Paolo Mattioli.Los representantes de las partes civiles consideraron adecuada la petición contra Romiti, habida cuenta de que es la mitad del máximo previsto por la ley y de que el proceso abreviado implica importantes reducciones de pena, que los fiscales han querido descontar ya en estas peticiones. En cambio, estimaron muy baja la petición contra Mattioli y las multas pedidas para ambos, que son de 10 y cuatro millones de liras, respectivamente. El grupo de trabajadores de Fiat que se manifiesta ante la puerta del tribunal desde que comenzó el juicio valoró como insignificantes todas estas peticiones.

Los dos dirigentes pueden ser condenados como reos de fraude contable y financiación ¡legal de partido político -a Romiti se le acusa, además, de fraude fiscal-, delitos asociados a los movimientos de una cuenta secreta localizada en Suiza y denominada Sacisa, cuyos números han sido minuciosamente reconstruidos por los investigadores".

A lo largo de una dura requisitoria que duró dos días, los cuatro fiscales del caso han argumentado que Romiti, desde el cargo de consejero delegado que desempeñó en los años citados, y Mattioli tuvieron perfecto conocimiento de la creación de los fondos negros en cuestión y de las falsificaciones operadas en los balances consolidados del grupo para ocultarlos, así como del empleo que se les dio.

El abogado de la defensa, Vittorio Chiusano, se dispone a defender la tesis de que la sumacontestada es demasiado pequeña en el contexto de los balances de Fiat como para que pueda ser considerada materia de delito. "Un fraude de 10.000 liras, por ejemplo, no incide sobre la situación global de la sociedad, sobre el balance consolidado", dijo ayer Chiusano. Los 110.000 millones de liras de que se habla representan cerca del 0,008% del patrimonio neto de Fiat, que se convierten en el 0,7% de los beneficios y en el 1,6% del fondo para impuestos, según pusieron de manifiesto los fiscales.

La defensa cuestiona también la credibilidad de testigos, como Antonio Mosconi, ex presidente de la constructora Fiat Impresit, que perteneció al grupo controlado por la familia Agnelli.