Francia y Alemania acuerdan la coordinación militar como embrión de una defensa europea
Las reticencias personales y las diferencias políticas entre el canciller alemán, Helmut Kohl, y el presidente francés, Jacques Chirac, parecen haberse superado. Ambos han llegado a su primer gran acuerdo alpactar una coordinación estrecha de los ejércitos y sistemas militares de Alemania y Francia (bomba atómica incluida) con el fin de constituir el núcleo de una futura Europa de la defensa dentro de la OTAN. El diario parisiense Le Monde revela en su edición de hoy el texto del acuerdo, alcanzado en Núremberg el pasado 9 de diciembre y mantenido hasta ahora en secreto. Desde el punto de vista francés, la alianza militar supone una ruptura histórica con el nacionalismo gaullista.
El primer gran paso en la cooperación franco-alemana posMitterrand se produce en el área donde menos podía esperarse. El movimiento gaullista, cuyo líder es precisamente Jacques Chirac, siempre consideró que la defensa era un asunto estrictamente nacional. Los alemanes, por su parte, no quedaron demasiado satisfechos con la última serie de ensayos nucleares franceses ni con el hecho de que Chirac decidiera profesionalizar su Ejército sin consultarles previamente.Pese a todo, Chirac y Kohl consiguieron, en su reunión del pasado 9 de diciembre, pactar un documento sobre "conceptos estratégicos comunes" que implica una estrecha coordinación militar entre París y Bonn. Alemania acepta, por primera vez, discutir sobre "la disuasión nuclear en el contexto de una política europea de la defensa", lo que supone un gran cambio frente a su tradicional animadversión a hablar de la necesidad y el posible uso de las bombas atómicas francesas. Francia, por su parte, pone fin a la 'Fuerza de disuasión independiente" creada por el general Charles de Gaulle y se compromete a negociar con sus socios alemanes cualquier intervención militar en el extranjero, limitando sustancialmente su ámbito de acción en el patio trasero africano.
El contenido del acuerdo de Nuremberg se mantenía en secreto por parte de ambos gobiernos, para darlo a conocer a los diputados antes que a la ciudadanía, y, sobre todo por parte francesa, para disponer de cierto tiempo para vencer la resistencia de los gaullistas más duros. La cooperación se establece, según el texto, dentro de "una perspectiva tanto europea como atlántica" en la que Chirac y Kohl comparten las mismas posiciones: ampliación de la OTAN sin aislar a Rusia y reconversión de la Unión Europea Occidental (UEO) en brazo armado de la Unión Europea.
"Los intereses de seguridad de nuestros dos países", dice el texto, "se han hecho indisociables, ( ... ) nuestros dos países se ven expuestos a los mismos riesgos y sigue siendo necesaria una defensa territorial, porque nopuede excluirse un cambio fundamental en las condiciones de seguridad europeas". Aunque "la garantía de seguridad última de los aliados es la de las fuerzas nucleares de la Alianza, en particular las de Estados Unidos", Francia y Alemania consideran "importante" la "posesión de fuerzas armadas disponibles rápidamente y proyectables tanto en el interior como hacia el exterior de las fronteras de Europa, yfáciles de integrar en estructuras multinacionales".
En cuanto a la información estratégica, Francia y Alemaja se unen por completo. Bonn acepta asociarse al lanzamiento de dos satélites Helios 11 (observación óptica e infrarroja) y dos satélites Horus (observación electromagnética), pese al elevado coste total de la operación (650.000 millones de pesetas), para compartir con Francia toda la información proporcionada por estos ingenios espaciales y disponer a la vez de una capacidad estratégica autónoma frente a EE UU. El objetivo, según el texto del acuerdo, es poder contar con luna apreciación independiene [respecto a Washington] de las situaciones de crisis".
En lo referente al equipamiento convencional, desde las botas de los soldados al armamento más complejo, Chirac y Kohl quieren que todo el material responda indistintamente a las necesidades de los dos ejércitos y que sea fácilmente intercambiable. Este punto implicará forzosamente una mayor aproximación entre las industrias militares de Francia y Alemania, hasta ahora sólo coordinadas bajo las especificaciones comunes que la OTAN impone a sus miembros.
Queda pendiente una gran diferencia entre los ejércitos de Francia y Alemania: París ha decidido que todos sus soldados sean profesionales a partir el 2002, mientras Bonn se niega a considerar por el momento toda posibilidad de acabar con 1 servicio militar obligatorio. Le Monde afirma que el Gobierno francés está convencido de la profesionalización acabará imponiéndose también en Alemania, y prefiere soslayar ese punto para evitar roces inútiles.
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