Una antología consagra a 23 'poetas figurativos'
La antología Treinta años de poesia española (Renacimiento-La Veleta), escrita "para lectores comunes y no para poetas" por el crítico y poeta José Luis García Martín (1950), selecciona la obra de 23 autores consolidados en la "poesía figurativa". La obra se ha recibido "con descalificaciones e insultos por los poetas que no figuran" según el autor.El libro se presentó ayer en la Residencia de Estudiantes, de Madrid, con la participación de García Martín, Abelardo Linares, editor de Renacimiento, y Andrés Trapiello, director de La Veleta, y también poetas. En la portada figura el dibujo de un pájaro, uno de los ex libris utilizados por Kafka.
"Los criterios de la antología son el gusto personal y la consolidación crítica", declaró José Luis García Martín, profesor de Literatura en la Universidad de Oviedo, antes de presentar el volumen. Es su cuarta antología, tras Las voces y los ecos (Júcar, 1980), La generación de los 80 (Mestral, 1988) y Selección Nacional. Última poesía española (Llibros del Pexe, 1995).
Los autores seleccionados, cada uno con una presentación y unos 15 poemas, abarcan desde Antonio Martínez Sarríón (1939) a Carlos Marzal (1961). Entre ellos discurren Jesús Munárriz, José María Álvarez, Juan Luis Panero, Antonio Carvajal, Pere Gimferrer, Francisco Bejarano, Víctor Botas, Antonio Colinas, Miguel d'Ors, Fernando Ortiz, Eloy Sánchez Rosillo, Luis Alberto de Cuenca, Javier Salvago, Ana Rossetti, Luis Antonio de Villena, Jon Juaristi, Andrés Trapiello, Julio Martínez Mesanza, Juan Lamillar, Luis García Montero y Felipe Benítez Reyes. En una nota, el autor dice que hay dos ausencias involuntarias, Guillermo Camero y Abelardo Linares, que no autorizaron la inclusión de sus poemas.
Invento del poder
La poesía social de los sesenta, la novísima de los setenta y la de la experiencia de los ochenta ha dado paso a la poesía figurativa, término en el que García Martín engloba las corrientes de los años noventa. "La gente confunde la simplificación periodística con la realidad", dice García Martín. "La poesía social no la hicieron sólo los poetas de esa generación. La poesía de la experiencia es un término degradado como arma de combate y lo han dejado tan pringoso que no- significa nada. Se presenta como un invento del poder, de los socialistas, como los 150 novelistas de Carmen Romero, con poetas que van desde Luis Alberto de Cuenca, con sus loas a Aznar, a García Montero, de IU".García Martín prefiere situar como poesía figurativa a las últimas corrientes que no tienen que destruir el lenguaje, a veces para llegar al silencio, y ser piezas para leer y emocionar en este siglo. El antólogo defiende a "los mejores poetas de estos años", de diferentes ideologías, que han pasado por el estudio de sus obras, tras una primera selección de cien autores.
