La oposición británica vuelve a pedir la dimisión del titular de Agricultura

La cabeza del ministro de Agricultura británico, Douglas Hogg, vuelve a estar en la picota. Criticado por el comité parlamentario de Estrasburgo que examina la crisis provocada por la enfermedad de las vacas locas, que le amenazó incluso con iniciar acciones legales contra él, la oposición laborista y liberal demócrata reclamó, de nuevo, su dimisiónEl informe critica severamente la actuación del Gobierno británico en la crisis y, en particular, la actitud arrogante del responsable de Agricultura, que se negó a presentarse ante el comité y envió en su lugar a un funcionario de alto rango que llegó a manifestar que la epidemia de vacas locas era "un don de Dios". Hogg defendió ayer la actuación del Gobierno tory en la crisis, alegando que es fácil juzgar desde la perspectiva de hoy, "conociendo todo lo que ya conocemos", y restó importancia a las amenazas procedentes de Estrasburgo.

Sus colegas de Gabinete mostraron la misma falta de interés por los trabajos del comité investigador. Sin embargo, a juicio de laboristas y liberal demócratas las críticas de la UE vienen a poner de relieve lo lejana que está todavía la fecha en que Bruselas aceptará un levantamiento del embargo que pesa sobre las exportaciones de carne de vacuno británica.