Pujol y Duran se ven, pero no hablan de sus diferencias

Encuentro sin fotógrafos entre Jordi Pujol y Josep Antoni Duran Lleida, los dirigentes de los dos partidos que componen la coalición Convergència i Unió (CiU). Pujol no ha recibido a solas a Duran desde que, el ya lejano 8 de diciembre, el congreso de Unió lanzó a la palestra política el debate sobre el pospujolismo, algo que molestó sobremanera a Jordi Pujol. La tensión entre los dos aliados se mantiene.Duran demostró ayer que no se arredra y reiteró pocas horas antes de la entrevista con Pujol una de las propuestas que éste rechaza en redondo: la de crear un frente común de todos los partidos catalanes para negociar con el Gobierno central las cuestiones relativas al desarrollo del autogobierno.

Expectación política

La entrevista que ayer por la tarde mantuvieron Pujol y Duran en el despacho del primero estuvo dedicada a estudiar la situación en que se halla la complicada negociación del traspaso del Inem a la Generalitat. Pero a ella asistieron también el consejero de Trabajo del Gobierno catalán, Ignasi Farreres, que es también el número dos de Unió, y Josep Maria Servitje, Secretario General del Departamento de Trabajo. El encuentro había despertado expectación política. Y Pujol, que domina como nadie el arte de la comunicación, confirmó las expectativas: los servicios de Presidencia dijeron que de esa entrevista no se podía sacar fotografías. Dicho de otro modo: la foto del reencuentro entre los dos aliados no existe todavía.

Pujol y Duran se habían visto ya las caras como dirigentes de la coalición el 16 de diciembre en una reunión del comité de enlace de CiU que no pudo hacer otra cosa que poner levantar acta de las divergencias, aunque poniéndoles algo de vaselina.

La entrevista a solas sigue pendiente y su no celebración es especialmente significativa porque en los últimos tres meses todos los partidos catalanes han celebrado sus congresos y, después de cada uno de ellos, Pujol ha recibido a los respectivos secretarios generales o presidentes. Salvo al de su partido aliado.