EE UU celebra con reservas la libertad de sus ciudadanos
La Casa Blanca, que mantiene desde el comienzo de la crisis un perfil lo Más difuminado posible, dio ayer un suspiro de alivio al comprobar, no sin sorpresa, que los estadounidenses que estaban encerrados en la Embajada de Japón en Lima se encontraban entre los 225 rehenes liberados en la noche del al lunes. El presidente Bill Clinton, a través de su portavoz, expresó satisfacción por el grupo que abandonó la embajada y al mismo tiempo inquietud por los restantes rehenes, y pidió que todos fueran puestos en libertad.El Departamento de Estado confirmó que ya no hay más norteamericanos en la residencia del embajador japonés. Oficialmente, nunca llegó, a ser confirmada su presencia, por temor a complicar su situación. Las responsabilidades de algunos dé ellos podrían haber sido atractivas para los militantes del MRTA.
El mensaje de Washington no quiere dar la impresión de que se desentiende del problema y asegura que EE UU mantendrá "estrechos contactos" con Perú, Japón y otros países mientras se mantenga la situación de crisis.
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