Hacienda retendrá el año próximo 60.000 millones menos de IRPF para compensar el 2,6% de inflación
Hacienda retendrá de las nóminas el año próximo unos 60.000 millones de pesetas menos por el impuesto sobre la renta (IRPF) para compensar la inflación prevista, un 2,6%. Así lo decidió ayer el Gobierno, que aprobó una actualización de los límites de cada tramo de retención, aunque el Ministerio de Economía y Hacienda no fue capaz de facilitar la nueva tabla. La actualización liberará para el consumo 60.000 millones que, de otra forma, los asalariados hubieran tenido que adelantar a Hacienda. También aprobó el decreto sobre actualización de balances.
El Consejo de Ministros se decantó finalmente por actualizar las retenciones sobre los ingresos salariales por impuesto de la renta, pese a que la recaudación por este tributo va a ser este año inferior a la prevista. La decisión es beneficiosa para muchos contribuyentes del IRPF. Supone tener algo más de dinero en los bolsillos y neutralizar el impacto de subidas salariales en 1997 que no superen el porcentaje de inflación previsto.La deflactación de la tabla de retenciones consiste en elevar los límites de cada uno de los tramos en un 2,6% y mantener los tipos. El noveno tramo de la tabla vigente en 1996, por ejemplo, comprende los ingresos entre 2.142.600 y 2.356.860 pesetas. Sin hijos, la retención es del 14%.
El mismo tipo se mantendrá el año próximo para un trabajador sin hijos que gane entre 2.198.307 y 2.418.138 pesetas. Se evita así que, por el hecho de que al contribuyente le suban el sueldo un 2,6%, se salte de un tramo a otro y se soporte un tipo de retención mayor, cuando el valor real de los ingresos no aumenta. No actualizar las retenciones habría perjudicado a un 20% de los contribuyentes, que hubieran pasado de un tramo a otro y a un tipo superior.
Hacienda dejará de ingresar por adelantado unos 60.000 millones de pesetas, que se liberan para el consumo privado durante todo 1997 a partir de la primera nómina de enero. El efecto para la Hacienda Pública es sólo financiero, ya que disminuirán en la misma cantidad las devoluciones en la declaración a presentar en junio de 1998.
Amortiguar la inflación
La tarifa del impuesto, es decir, la que se aplica para efectuar la liquidación en esta última fecha, también se ha actualizado en un 2,6%. Los tramos de la tarifa se han reducido a diez, para facilitar la transferencia del 15% a las comunidades autónomas, pero los de la tabla de retenciones sólo se reducen de 27 a 25.El vicepresidente segundo y ministro de Economía y Hacienda, Rodrigo Rato, explicó ayer tras el Consejo de Ministros que el objetivo principal no es sólo amortiguar el impacto de la inflación "sino acercar cada vez más la tabla de retenciones y la tarifa". De esta forma, se evitarían las fuertes devoluciones, que para Hacienda suponen un desgaste de gestión y, para el contribuyente, adelantar bastante más de lo que le corresponde pagar.
El Gobierno aprobó también el decreto que desarrolla la actualización de balances para las empresas y, por primera vez en una medida de este tipo, para los profesionales.
La decisión ya se adoptó en el decreto ley de medidas urgentes del pasado junio, aunque quedaban aspectos pendientes de desarrollar. En algunos, el Gobierno ha suavizado ahora sus criterios iniciales para vencer las reticencias de las empresas.
En esencia, la actualización de balances permite a empresarios que tributan por el impuesto de sociedades o el de la renta, y a profesionales que sólo pagan este último, revalorizar sus activos (edificios, maquinaria o solares).
De esta forma, pueden destinar una mayor parte de sus excedentes. a amortizaciones y así pagar menos impuestos por beneficios. También tributarán menos por las plusvalías generadas cuando vendan el activo, ya que la diferencia entre el precio de compra y el de venta será menor.
El decreto fija la tabla de coeficientes que se aplicará para la actualización. Así, los adquiridos en 1983 (ejercicio en que se llevó a cabo la última actualización de balances) se podrán revalorizar en un 81%.
La escala es descendente hasta llegar a cero en 1996 (ver cuadro adjunto). Se absorbe así el incremento del índice de precios industriales en cada periodo, aunque no el total del IPC, que ha sido superior.
Los coeficientes de actualización son máximos. La empresa o el profesional podrán aplicar uno inferior. De esta forma, se suaviza a gusto de cada cual el pago del 3% que el Gobierno impone como peaje por la actualización. Este gravamen se aplica sobre el montante de los activos revalorizados, de manera que cuanto mayores sean éstos más se tiene que tributar.
Por este peaje el Gobierno tiene previsto ingresar unos 300.000 millones de pesetas el año que viene, es decir, en el momento en. que empresas y profesionales pueden aplicar la actualización. No obstante, los efectos beneficiosos para quienes actualicen se empezarán a notar en la declaración de impuestos a presentar en junio de 1998.
También se aprobó elevar de 1,5 a 3 millones de pesetas la indemnización máxima que, a través del Fondo de Garantía de Depósitos, podrá percibir el cliente de un banco, caja de ahorros o cooperativa de crédito, cuando la entidad suspenda pagos o se declare en quiebra.
El Gobierno aprobó, asimismo, el plan de actuación para las empresas dependientes del Ministerio de Economía y Hacienda, es decir, las ligadas a la Dirección General del Patrimonio. Las aportaciones del Estado a estas empresas se fijan en 80.195 millones de pesetas para el año 1997 y se rebajan progresivamente, hasta los 27.665 millones de pesetas en el 2000.
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