Hong Kong, camino de China
Sólo el temor a un recorte de libertades empaña la boyante situación económica del enclave
La euforia se desató el pasado jueves en la Bolsa de Hong Kong y en los círculos empresariales locales y extranjeros. No por menos esperada, la arrolladora victoria de Tung Chee-hwa (320 de los 400 votos del comité de notables) le hacía ganar más fuerza como futuro jefe del Ejecutivo de Hong Kong (6,3 millones de habitantes) a partir del próximo 1 de julio.Y sin embargo, pese al buen momento económico de la rica colonia británica no son pocos los que confiesan sus recelos por lo que pueda acontecer a partir de esa fecha. Así lo revela un informe del propio Gobierno hongkonés, que recoge en el número de esta semana la revista Far Eastern Economic Review. Dos tercios de las 816 grandes empresas extranjeras con sede en el territorio, admiten estar preocupadas por el futuro. El mismo sondeo da cuenta de que el número de las multinacionales que han pensado abandonar el enclave británico por ese motivo se ha duplicado en el último año hasta alcanzar el 7%. Además, por primera vez, las empresas asiáticas han preferido este año Singapur a Hong Kong como centro de negocios, según el informe anual que esta revista publicará a fines de este mes. Singapur ha logrado el apoyo de un 73% de los al menos seis mil ejecutivos de 11 países asiáticos consultados, aunque la mayoría cita como motivo los costes y no razones políticas.
Son muchos los obstáculos que pueden surgir desde la medianoche del 1 de julio próximo, cuando el gobernador Chris Patten, el político conservador británico que se ha ganado la enemistad de Pekín por introducir reformas electorales no pactadas, abandone la que durante 155 años ha sido colonia del Reino Unido y la bandera roja de cinco estrellas sustituya a la Union Jack. Los problemas pueden ya surgir durante los próximos seis meses entre el actual Consejo Legislativo (un tercio del cual fue elegido por sufragio universal en 1995) y el que entrará en funciones al producirse el traspaso de soberanía. Los 60 componentes de este futuro Parlamento serán elegidos el próximo sábado por el mismo comité de notables que designó a Tung y que cuenta con el beneplácito de las autoridades comunistas.
Emily Lau, una de los 20 miembros del actual Consejo, se muestra "bastante pesimista". "La entrega no garantiza el mantenimiento del Hong Kong que conocemos explica en una entrevista a este diario esta diputada independiente que es la portavoz del grupo pro democracia Frontera. "Es cierto que en el pasado nunca tuvimos una estructura democrática, pero el Gobierno del Reino Unido garantizaba las libertades básicas". A sus 44 años, no confía en Ver a China convertida en una democracia en el curso de su vida. Lau, una de los políticos más populares de Hong Kong, y Martin Lee, el presidente del Partido Democrático, encabezan las marchas y sentadas en contra del proceso de devolución a China. Aunque ambos reconocen que los hongkoneses tiene una parte de responsabilidad por no haberse manifestado en el pasado, tachan de, "charada" la designación de Tung y consideran que la población tiene derecho a elegir sus propios gobernantes. "Si la gente se muestra resignada con el futuro es porque siente que no lo controla", subraya Lau.
La duda es cómo responderá Pekín. Los dirigentes chinos aseguran que. no hay motivo de preocupación, que respetarán la Declaración Conjunta y la Ley Básica (mini-Constitución) por la cual se establece la fórmula un país, dos sistemas", es decir: el capitalismo continuará rigiendo al menos hasta el 2047 en la RAEK y quedará garantizada la independencia de los poderes ejecutivo, legislativo y judicial respecto al Gobierno central.
Los hongkoneses, más pesimistas, por su parte, recuerdan los sangrientos sucesos de Tiananmen de 1989. Tung ha dicho sobre ese episodio que "ha llegado el momento de pasar página". El futuro líder tacha de "antipatriotas" a políticos como Lau y Lee y ya ha adelantado que no permitirá actos que atenten contra la estabilidad e integridad de la República Popular, y ello supone, por ejemplo, apoyar la independencia de Taiwan o del Tíbet.
"Los norteamericanos dan gran importancia a los derechos humanos. No digo que estén equivocados, pero para nosotros, chinos, las obligaciones son más importantes", manifestó Tung Chee-hwa el día que anunció oficialmente su candidatura, el pasado 23 de octubre.
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