Bonn hace concesiones a sus socios de la UE para salvar el pacto de estabilidad del euro

Los ministros de Economía y Finanzas de la Unión Europea (UE) se atascaron nuevamente anoche en su intento de acordar el pacto de estabilidad que garantice la política de convergencia después de lanzada la moneda única. El alemán Theo Waigel volvió a postular -contra la mayoría- una cuantificación drástica de las circunstancias "excepcionales" que permitan eximir de sanciones a los países del curo que desborden su déficit, aunque flexibilizó su postura. El litigio sobre todos los otros puntos polémicos fue desactivado, con concesiones mutuas.

El Ecofin no logró anoche cerrar el acuerdo, pero despejó todos los obstáculos, salvo el de la eximente de sanciones por circunstancias "excepcionales" y temporales. Empezó tarde, como deferencia al ministro alemán de Finanzas, Theo Waigel, a quien le retrasó el funeral del vicepresidente del Bundestag. En recíproca cortesía, su segundo, Jurgen Stark, declaró sobre la eximente, más flexible que nunca: "La cuestión está abierta".Bonn constató de nuevo su aislamiento en la línea de dureza. La flexibilizó, admitiendo como "excepcional" una recesión del 1,5% del PIB, frente a su postura del 2% (ver EL PAÍS del domingo), aunque eso vale sólo para la galería, porque en la historia reciente ambas se han producido en casi igual número de ocasiones (catorce). El francés Jean Arthuis reiteraba que el Consejo debe mantener un margen de apreciación y decisión "caso por caso", sin cuantificaciones previas, apoyando la propuesta de la Comisión.

Bélgica reiteraba su enmienda de compromiso: una horquilla de recesión entre el 0,5% y el 2% en la que se argumentaría la gravedad de la excepción, y un 2% a partir del cual ni siquiera habría discusión. Francia hablaba de una banda entre el 0% y el 2%. La presidencia reformuló la propuesta belga, un poco más vagamente (o el 2% de recesión o una caída del PIB "significativa"). Y Holanda apoyó otra banda transaccional: una recesión del 1% al 2%. No se alcanzó el consenso.

Todos los otros obstáculos cayeron. Alemania cedió en su oposición a que las multas tengan un tope máximo del 0,5% del PIB: seguirán una escala entre el 0,2% y el 0,5%. A cambio, se descartó el ingreso de las sanciones en la caja común: sólo beneficiaría a los incluidos en el euro. Stark aventuró que la cumbre de Dublín, dentro de diez días, podría alumbrar un "acuerdo sobre los elementos esenciales" del pacto. "Hay posibilidades de que en Dublín se cierre la cuestión de la excepcionalidad, pero no es imprescindible", aseveró el vicepresidente económico español, Rodrigo Rato. Y es que el Ecofin se autoconvocó para una reunión extraordinaria el día 12, en la vigilia del Consejo Europeo.

Precios en España

Rato se explayó ante la prensa española en la buena marcha de los indicadores básicos y en su optimismo para el acceso a la moneda única. Rato auguró que la inflación cerrará a final de diciembre "una o dos décimas por debajo de la previsión", que se cifra en el 3,5%. También la inflación subyacente será "dos o tres décimas" inferior a IPC global. Todo eso en un año con ventajas como la buena cosecha o la negociación social, pero con dificultades como el impacto inflacionario de la crisis de las vacas locas y de los altos precios del petróleo.La desaceleración de los precios y la credibilidad del presupuesto provocan que "exista un margen para la política monetaria", aseguró, aunque "lo tendrá que apreciar el Banco de España" autónomamente. "El Gobierno lo que tiene que hacer es procurar ampliar ese margen", para posibilitar nuevos descensos en los tipos de interés. En cualquier caso, no habrá margen para alegrías presupuestarias. "El presupuesto de 1998 será muy similar al de 1997" indicó, especialmente en cuanto a la restricción del gasto y a su control estricto.