González acepta, el reto de debatir sobre Cuba, pero con Aznar

Madrid - 24 nov 1996 - 00:00CET

El ex presidente del Gobierno Felipe González acepta el reto propuesto por el Gobierno del PP de debatir en público la política sobre Cuba. Fuentes del partido socialista especificaron que González está dispuesto a celebrar esa discusión "en el Parlamento, la televisión o en el medio que quiera el presidente". Esta última alusión de los socialistas se interpreta como una imposición a que el interlocutor del líder del PSOE debe ser José María Aznar y no su ministro de Asuntos Exteriores, Abel Matutes, que fue el primero que lanzó este guante.

Ante este reto, el director de la Oficina de Información Diplomática, Inocencio Arias, afirmó ayer a Efe que el titular de exteriores estima que el presidente del Ejecutivo, José María Aznar, "se encuentra ahora concentrado en otros temas de gobierno", justificando así que, siendo Matutes el responsable de la política exterior, sería él quien mantendría "muy gustoso" ese debate que, además, "podría resultar iluminador" para la opinión pública. Además, dijo Arias, Matutes "mantiene abierta la invitación a celebrar un debate público sobre las relaciones de España-Cuba con el líder de la oposición". Arias añadió que el debate puede celebrarse en "el foro y en la fecha en que decidan ambos".La polémica sobre el mejor modelo de política a aplicar con Cuba por parte del Gobierno español no amaina. Al contrario. En cada jornada adquiere nuevos matices y suma distintos interpretes. El pasado viernes, en la localidad alemana de Stromberg, Matutes inquirió a González a participar, "en el Parlamento o en la televisión" en un cara a cara sobre las políticas hacia Cuba del PP y del PSOE.

Ese mismo día, el ex presidente había advertido en el Congreso de los Diputados que la errónea actuación del Ejecutivo de Aznar sobre este asunto estaba concediendo a otros países europeos el lugar de liderazgo que debía conservar España respecto a Cuba. Las palabras de González sobre Cuba tocan siempre uno de los nervios más sensibles del PP y recaban respuestas urgentes de sus portavoces, como se observó ese viernes en los pasillos del Parlamento en varios de sus dirigentes.

Los jóvenes deI PP rechazan a Mas Canosa

El presidente de Nuevas Generaciones del Partido Popular, Pedro Calvo, expresó ayer, junto a críticas a Felipe González y Fidel Castro, su recházo hacia personas como el empresario cubano Jorge Mas Canosa, patrono de una fundación anticastrista promovida entre otros por Guillermo Gortázar, diputado del PP.Calvo reivindicó posiciones intermedias y un poco de "sentido común" y reprochó a Mas Canosa haberse metido con Manuel Fraga y haber calificado al presidente de la Xunta como defensor de Franco y Castro: "Fraga fue uno de los que ayudó a acabar con la dictadura franquista y es de los que está ayudando a acabar con la castrista. Mientras existan muchos como Mas Canosa, Fidel Castro estará muchos años como dictador en Cuba".

A esa intervención de González le surgieron inmediatamente réplicas por parte del diputado José María Robles Fraga, secretario del área internacional del PP; del diputado Guillermo Gortázar, promotor dé la fundación anticastrista Hispano Cubana, e incluso del portavoz del Gobierno, Miguel Ángel Rodríguez, secretario de Estado de Comunicación. Todos ellos arremetieron contra el estilo de relaciones con Cuba propiciado por González en sus años al frente del Gobierno y descalificaron sus propuestas como "poco serias".

Fuentes del PSOE salieron ayer al paso de estas arremetidas. Un portavoz del partido socialista indicó que Felipe González "está dispuesto" a participar en un debate con Aznar, no con Abel Matutes, "ya sea en el Parlamento, en la televisión o en el medio que quiera el presidente y cuando él lo disponga".

Las mismas fuentes socialistas insistieron ayer en recalcar que González no sólo no retiraba su oferta al Gobierno para que "reflexione y reconduzca" su política exterior respecto a Cuba sino que la reiteraba. El ex presidente mantiene que con los actuales modos España se juega su liderazgo y su capacidad de influencia en Latinoamérica.

Abel Mautes, por otra parte, también había instado precisamente a la responsabilidad de González para que "reflexionara" antes de embarcarse en temas tan importantes y de tanta trascendencia.

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