35.000 personas se manifiestan en el País Vasco y Navarra en apoyo de los secuestrados

Unos 35.000 ciudadanos salieron ayer a las calles de las capitales vascas y la navarra para pedir en silencio a ETA que libere a José Antonio Ortega Lara y Cosme Delclaux, que llevan en su poder 312 y 13 días, respectivamente. Mientras el portavoz de los Delclaux, el abogado Carmelo Renobales, aseguraba que la familia del empresario no ha recibido todavía ninguna noticia, el lehendakari, José Antonio Ardanza, hacía un llamamiento en Vitoria a la organización terrorista para que escuche "el clamor del pueblo asco" contra la violencia, y su consejero de Interior, Juan María Atutxa, pedía a los ciuadanos que colaboren abiertamente con la Ertzaintza y las demás policías porque cualquier "detalle o signo" puede ser eficaz.

En la marcha de Bilbao tomaron parte tres de los hermanos de Cosme Delclaux, uno de sus tíos y del portavoz de la familia. También estuvo presente el hermano de José Antonio Ortega Lara, Francisco. En San Sebastián, junto con otros dos hermanos de Ortega Lara, Pedro y Braulio, destacó la presencia del ingeniero Julio Iglesias Zamora, que permaneció secuestrado por ETA entre el 5 de julio de 1993 y el 29 de octubre (117 días) de este mismo año.Los familiares de Ortega y Delclaux estuvieron ayer arropados en las cuatro manifestaciones, convocadas por Gesto por la Paz y Denon Artean para reclamar a ETA la libertad del funcionario de prisiones y el empresario, por decenas de miles de ciudadanos que están en contra de la violencia. En ellas participaron también víctimas del terror que ejerce la banda criminal, artistas, políticos y responsables de las instituciones vascas y navarras. Iglesias Zamora asistió porque, dijo, estos actos son "un compromiso de esta sociedad por la libertad de este pueblo", y añadió que intervendrá en este tipo de acciones "siempre que haga falta".

La concentración de San Sebastián, en la que participaron cerca de 8.000 personas, estuvo encabezada por una pancarta en la que se decía: "Por solidaridad, José Antonio, Cosme, etxera [a casa]". Aparte de Iglesias Zamora, entre los asistentes estaban el alcalde de la ciudad, el socialista Odón Elorza; el empresario José María Ruiz de Urzhegui, objetivo e ETA el pasado verano, y Consuelo Ordóñez, hermana de Gregorio Ordóñez, político del PP asesinado por la organización terrorista en enero de 1995.

La intensa lluvia no impidió que cerca de 20.000 ciudadanos, entre ellos el escultor Eduardo Chillida, reclamasen en Bilbao la libertad de los secuestrados. El portavoz de los Delclaux, Carmelo Renobales, aseguró que los padres y hermanos de la última víctima de ETA saben que su dolor por la desaparición de Cosme es compartido por miles de personas. Luego agregó que hasta el momento no han recibido ninguna noticia de los secuestradores y que "la familia está deseosa de que se reciban cuanto antes". En estas situaciones, matizó, es normal que los captores tarden "15 o más días" en establecer contacto. También anunció que comparecerá por primera vez ante los medios de comunicación el próximo martes en el Parque Tecnológico de Zamudio.

En Pamplona fueron cerca de 3.500 las personas que se solidarizaron con los secuestrados y sus familias. Allí, según informa Míkel Muez, participaron la presidenta del Parlamento navarro, Lola Eguren, y el delegado del Gobierno, Francisco Ansuátegui Curiosamente, hubo escasa representación de los miembros del Gobiemo de la comunidad foral.

El lehendakari, José Antonio Ardanza, realizó en Vitoria un llamamiento a ETA para que reflexione sobre su actitud y escuche "el clamor del pueblo vasco" en contra de la violencia: "Les está diciendo 'basta ya' de tanto salvador, porque nadie les ha pedido que desempeñen este papel". "Este pueblo es muy maduro y se basta solito para seguir adelante", indicó Ardanza, quien estuvo acompañado de casi 4.000 personas, entre ellas el líder de los socialistas vascos Ramón Jáuregui.

En el comunicado conjunto de Gesto por la Paz y Denon Artean, leído en las cuatro capitales vascas, se afirma que la falta de libertad de Ortega y Delclaux es "una oscura amenaza sobre la libertad de todos nosotros".