No hay truchas en el Lozoya

Quienes (el 3 de noviembre) escriben la carta firmada por Francisco Martínez y seis firmas más, que se autonombran Gestora del Coto del Molino de la Horcajada y dicen ser un gran número, que me perdonen, pero creo que son una minoría: son siete socios de entre más de 300 que conforman la Sociedad Deportiva de Pescadores del Valle Alto del Lozoya, de Madrid.La indignación que indica (la minoría) por las reseñas que los periodistas hemos hecho, realzando un coto consorciado e intensivo, debe ser porque no han aparecido en la foto. Actualmente, el coto madrileño de pesca Molino de la Horcajada es un modelo de gestión, a escala nacional, mientras no se demuestre lo contrario. El Valle Alto del Lozoya es una sociedad deportiva sin ánimo de lucro, de acceso libre con una cuota anual de 10.000 pesetas, que en esta temporada de pesca, finalizada el día 31 de octubre, se han repoblado 7.500 kilos de truchas, de un peso medio de 250 gramos, equivalente a 30.000 truchas, que dividido entre 300 pescadores resulta un promedio de 100 truchas por pescador. ¿No es suficiente para divertirse? Porque si, por el contrario, se quiere llenar la cesta a diario, entonces se debe ir a una balsa piscicultora, no a una sociedad deportiva, donde el cupo es de seis truchas por pescador y día.

En la prensa se ha reflejado lo real, el resultado de un certamen de pesca "sin muerte", para los periodistas. Una visión de futuro de la actual junta directiva para dar a conocer cómo socializar la pesca en las aguas públicas a través de consorcios, no lo que quiera malintencionarse por una minoría.

Y finalmente, en el cargo de 292.715 pesetas de invitación a los periodistas, es totalmente incierto: la sociedad ha tenido un beneficio económico de medio millón de pesetas, el disfrute de miles de truchas repobladas que han pescado posteriormente sus socios, como se reflejará, supongo, en la cuenta de resultados de la sociedad, además de la divulgación de sus actividades a nivel nacional. Una opinión gravemente intencionada que sólo merece la repulsa del colectivo implicado y que perdonamos porque sólo demuestra ignorancia.-

Cesáreo Martin. Secretario de Apresna (Asociación de Prensa de la Naturaleza). Madrid.