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"Si no les mataba, me ponían también en la fila"

Un acusado reconoce en el Tribunal de La Haya como se produjo la masacre de Srebrenica

"Los pusieron en filas y nos ordenaron que empezáramos a disparar contra ellos", relató ayer ante el Tribunal de La Haya Drazen Erdemovic, el croata de 24 años de edad que engrosó las filas del Ejército serbobosnio y que ayer reconoció su participación en la matanza de civiles musulmanes en los días que siguieron a la caída de Srebrenica. Las víctimas, precisó, eran todos hombres civiles con edades entre 17 y 70 años. Por primera vez, el camino del tribunal penal internacional para la ex Yugoslavia parece allanado. Drazen Erdemovic es el primero y, de momento, el único de los 74 acusados hasta ahora por el tribunal que se declara culpable.Con la voz entrecortada y a veces arrastrada por la emoción, el acusado rememoró a petición del presidente de la sala, el francés Claude Jordan, los hechos que ocurrieron el día 13 de julio de 1995 en la granja Pilica tras la toma del enclave de Srebrenica, hasta entonces protegido por las Naciones Unidas. El pelotón de ejecución del que -junto a otro siete soldados- el acusado formaba parte, mató a sangre fría a decenas de musulmanes entre las diez de la mañana y las tres de la tarde, algunos de ellos con las manos atados a la espalda. Erdemovic calcula que terminó con la vida de unos 70. "Tuve que hacerlo, me dijeron que si no les mataba me ponían también en la fila", contó emocionado.

"Me destrozó"

El soldado dijo que aquella matanza le destrozó. "Siento que mi vida no tiene ningún sentido después de aquello. Me mató". Erdemovic afirmó que se había decidido a hablar ante el tribunal para revelar la verdad de lo que ocurrió en Srebrenica. "Sólo quiero que se sepa la verdad, que se sepa lo que realmente sucedió, cómo esta gente perdió la vida", confesó. Así resumió Erdemovic sus motivos para prestar declaración: "Yo no quería luchar en la guerra. He perdido a amigos de varias nacionalidades. Y todo porque aquella mafia nos obligó, a gente corriente, a meternos el conflicto".Su relato fue precedido de la declaración de un experto del tribunal, el francés Jean René Ruez, que acusó al jefe militar serbobosnio Ratko MIadic de ser el máximo responsables de estos sucesos. Según los cálculos de Ruez, el mismo día del que hablaba Erdemovic, las tropas serbias llevaron a la granja unos 20. autobuses con aproximadamente 20 musulmanes por vehículo procedentes de la ciudad recién conquistada, que fueron ametrallados ante las fosas comunes. Naciones Unidas calcula que tan sólo entre el 10 y el 14 de julio fueron fusilados cerca de 7.000 musulmanes.

La segunda ejecución

Erdemovic, cuyo juicio se había retrasado varios meses por el fuerte choque traumático que sufrió a consecuencia de su participación en las matanzas, repitió en decenas de ocasiones "lo siento, lo hice obligado, lo hice para salvar mi vida y por mi mujer y mi hijo. No se me puede culpar por ello".Según su testimonio, finalizada la ejecución masiva organizada en la granja, el teniente coronel Pelemis, que mandaba el pelotón, les ordenó comenzar otra operación semejante. Los soldados, encabezados por Erdemovic, se opusieron. Su negativa fue castigada, según contó, pocos días después por uno de sus superiores, que le descerrajó dos tiros en el estómago y en el pulmón. Erdemovic mostró ayer a los jueces y a los presentes en la Corte las cicatrices que le cruzaban el cuerpo.

La defensa de Erdemovic presentó ante La Haya dos testigos, cuya identidad ha sido protegida bajo la denominación de "X" e "Y", que podrían contribuir a afianzar los atenuantes de la actuación del único autoinculpado ante La Haya.

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