Los 'campus' españoles han generado 20.000 nuevos 'penenes' en los últimos trece años
La Ley de Reforma Universitaria (LRU) de 1983 hizo una opción funcionarial para el profesorado de las universidades y puso fin al entonces gravísimo problema de los profesores no numerarios, los famosos penenes, mediante un proceso programado de financiación para convertirlos en funcionarios. Más de una década después el crecimiento del sistema ha desbordado las previsiones y las universidades han recurrido de nuevo a un profesorado contratado precariamente. Hoy, bajo otras calificaciones, como la de profesor asociado o profesor ayudante, unos 20.000 docentes se encuentran atascados en su carrera y en su situación laboral, en una coyuntura similar a la de los penenes de entonces.La Conferencia de Rectores de las Universidades Españolas (CRUE) se reunió ayer en Barcelona para debatir sobre un documento elaborado por la Universidad Politécnica de Cataluña (UPC) que en sus primeras líneas deja claro que "el problema del profesorado representa una fuente de tensión importante en estos momentos". En palabras del rector de la UPC, Jaume Pagés, "la penenización de la universidad es similar, en valores porcentuales, a la que existía en el año l982".El documento sobre el que está trabajando la CRUE contempla dos propuestas. La primera consiste en crear una nueva figura dentro de la universidad: la del profesorado contratado. Se accedería con el doctorado y, tras un periodo de prueba, se haría un contrato laboral indefinido o un largo contrato administrativo. La otra opción es la creación de un nuevo cuerpo de Profesores Numerarios de Universidad. Se accedería, también tras el doctorado, por medio de un concurso tutelado por las propias universidades convocantes y se valoraría especialmente la "capacidad docente", una necesidad imperiosa en la universidad, un concepto que no figura en las oposiciones a cátedra o a titular.
De esta manera, según Pagés, se crearía una especie de cuerpo de entrada a la carrera docente para el que no haría falta experiencia ni- un currículo importante, si bien no hay que olvidar que estaría abierto a doctores que ya habrían hecho su tesis. Es un sistema parecido al que actualmente hay en el Centro Superior de Investigaciones Científicas (CSIC), que tiene tres cuerpos. A la universidad le falta el de abajo.
"No estaba previsto dar respuesta al crecimiento de estos últimos años", dijo Pagés. En el curso 1982-83 había en España 692.152 estudiantes universitarios, 19.569 profesores funcionarios y 21.405 docentes calificados como "otro profesorado" -los penenes-. En el curso 1995-96 estas cifras se habían convertido en 1.537.210 alumnos, 34.729 profesores funcionarios y 32.148 "otros profesores". Estos últimos soportan, según Pagés, "de nuevo una carga y una responsabilidad excesiva en la universidad española". Bajo la figura de profesor asociado se camuflan los 20.000 nuevos penenes.
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