La publicacion de un diálogo entre dirigentes del Kremlin reabre los escándalos de la campaña electoral de Yeltsin

La transcripción magnetofónica de un diálogo entre tres altos dirigentes del Kremlin reabrió ayer los escándalos que salpicaron a los responsables de la campaña electoral del presidente ruso, Borís Yeltsin, y especialmente a Anatoli Chubáis, su principal coordinador. Chubáis, que actualmente es jefe del gabinete presidencial, logró la complicidad del fiscal general del Estado para frenar la investigación sobre el medio millón de dólares que dos colaboradores suyos trataron de sacar de la sede del Gobierno el 19 de junio, entre las dos vueltas electorales, de ser cierta la transcripción de la cinta publicada ayer en el diario Moskovski Komsomolets, el de mayor tirada de Moscú.La conversacion, que según Moskovski Komsomolets fue grabada por un servicio de seguridad, tuvo lugar el 22 de junio en el hotel Presidente, donde se reunían los responsables de la campaña. Tanto Chubáis como sus dos interlocutores, Víctor Iliushin y Serguéi Krasávchenko, negaron ayer la existencia misma del diálogo que se les atribuye. En junio, Iliushin, que hoy es viceprimer jefe del Gobierno, era ayudante en jefe de Boris Yeltsin, y Krasavchenko, ayudante del presidente.

No satisfecha con el desmentido de los altos funcionarios y un comentario crítico del secretario de prensa de Borís Yeltsin, la Duma Estatal (Cámara baja del Parlamento) aprobó ayer, por 267 votos a favor y 3 en contra, una disposición mediante la cual se ordena a la Comisión Contable que compruebe la legalidad del uso de los recursos financieros durante la campaña electoral por la presidencia de Rusia.

En su disposición, la Duma recomendó a Yeltsin que ordene a la fiscalía acelerar la investigación de los sucesos del 19 de junio pasado. En aquella fecha, los servicios que dirigían Alexandr Korzhakov, el jefe del servicio de seguridad del presidente, y Mijaíl Barsukov, el jefe del Servicio Federal de Seguridad de Rusia, detuvieron a dos allegados de Chubáis cuando éstos intentaban sacar de la sede del Gobierno una caja de papel de fotocopiadora con más de medio millón de dólares. El suceso costó inmediatamente el puesto a Korzhakov y Barsukov, quienes intentaban demostrar al presidente que los organizadores de su campaña robaban el dinero a espuertas.

Según la cinta magnetofónica, Chubáis defendió a sus colaboradores y reconoció los riesgos penales a los que aquéllos se exponían por el manejo del dinero. Además, conjuntamente con Iliushin, Chubáis llamó al fiscal general de Rusia, Yuri Skurátov, para pedirle que retuviera el expediente de la detención. Chubáis propuso que Yeltsin pidiera todos los documentos al fiscal, y expuso sus planes para evitar que los medios de comunicación difundieran las pruebas en manos de los servicios de seguridad: la filmación del interrogatorio de los dos funcionarios y de la caja con el dinero.