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Entrevista:JOSÉ RAMOS HORTA

"La UE debería aprobar un embargo de armas a Indonesia"

PREMIO NOBEL DE LA PAZ

La designación de dos defensores de la independencia de Timor Oriental como premios Nobel de la Paz rescata uno de los conflictos más largos y cruentos de la escena política internacional. A sólo cuatro semanas de la ceremonia de entrega de los galardones, las autoridades indonesias no se resignan a que el abogado de 47 años José Ramos Horta haya sido uno de los premiados.En Yakarta, se sigue considerando la decisión como un error y una "grave afrenta" y "una tremenda ironía" la distinción a una persona "que tiene las manos manchadas de sangre".

El otro galardonado, el obispo de la Diócesis de Dili, capital de la ex colonia portuguesa, Carlos Felipe Ximenes Belo, por su condición de prelado, no está al alcance de los envenenados ataques del régimen de Suharto.

Ramos Horta es el ministro de Exteriores itinerante de la resistencia timorense. Dirigente del Frente Revolucionario para la Independencia de Timor oriental (Fretilin) fue ministro durante la fugaz independencia de ese territorio antes de ser invadido por las tropas de Yakarta el 7 de diciembre de 1975.

Desde su anexión, Timor Oriental, con una población de sólo 800.000 habitantes, es un foco desestabilizador para el emergente gigante asiático. En una entrevista con EL PAÍS en Helsinki pide una "posición más dura" de la UE hacia Indonesia y un embargo sobre las armas que puedan ser utilizadas contra la población civil.

Pregunta. Usted elogia la actitud de Portugal, por haberse "enfrentado con entereza a su responsabilidad histórica en el conflicto", pero critica la de la Unión Europea. En su opinión, ¿qué deberían hacer los Quince?

Respuesta. En la UE hay sólo un villano y ese villano es el Reino Unido. Es el país que menos principios tiene, y que bloquea, en el campo de los derechos humanos, todas las iniciativas a la vez que es el mayor proveedor de armas de Indonesia. España, como Irlanda y Portugal, han sido solidarias siempre que se ha discutido el problema de los derechos humanos tanto dentro de la UE como en la ONU. La UE debería adoptar una posición más dura, más crítica sobre la situación de los derechos humanos en Timor Oriental y en Indonesia. En segundo lugar, debería imponer un embargo sobre las armas que son utilizadas contra la población civil. EE UU, por ejemplo, ya ha impuesto un embargo sobre tanques, fusiles M-16 y otras armas pequeñas.

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P. ¿Debería estar prohibida la venta de armas más importantes, como los cazabombarderos, centro de ese embargo?

R. Nosotros no estamos en contra de la venta de armas siempre y cuando no sean para una dictadura o para ser usadas en la represión contra la población civil. España sabe lo que es una dictadura. La España democrática no debería apoyar a un régimen que extermina a nuestro pueblo.

P. Occidente tienen una verdadera carrera inversionista en Indonesia. ¿No cree que Indonesia puede salirse con la suya?

R. No. Porque los países que están apostándolo todo en Indonesia pueden perderlo todo en dos o tres años. A pesar de esas inversiones de todo el mundo, Indonesia es el tercer país más endeudado del mundo. A esto Se suma que dentro del país hay un, movimiento contestatario, prodemocracia, cada día más fuerte. Todo esto puede traer un período de inestabilidad con serias pérdidas para esos capitales.

P. Las negociaciones dentro del marco de las Naciones Unidas no progresan. ¿Qué debe hacerse?

R. No hay progreso porque no hay voluntad política por parte de Indonesia. El régimen de Yakarta es inflexible, arrogante e intolerante. Habrá progresos sólo cuando ese régimen tenga mayor presión interna y se convenza de que no se puede gastar tantas energías en el problema de Timor.

P. ¿Pasa la conquista de la autodeterminación por un cambio de régimen en Yakarta?

R. En parte sí. También la resistencia timorense está contribuyendo al crecimiento del movimiento prodemocracia de Indonesia. Los destinos de nuestro pueblo y del movimiento prodemocracia están estrechamente ligados.

P. Su plan de paz prevé tres etapas: restauración de los derechos humanos, autonomía limitada y autodeterminación. ¿Cuál es la receptividad para este plan en la sociedad civil indonesia?

R. La gente en general, incluso los funcionarios estatales, es partidaria del plan de paz, pero los militares y Suharto no aceptan ninguna fórmula que no sea la incorporación de Timor Oriental como 27 a provincia de Indonesia. Nuestra propuesta le permite salir del problema sin perder su dignidad como nación y sin perjudicar sus intereses nacionales.

P. ¿En qué momento los guerrilleros timorenses abandonarían las armas?

R. Cuando Indonesia libere a presos políticos, cuando las torturas y las ejecuciones sumarías, lleguen a su fin, cuando la inmigración indonesia en Timor Oriental termine, cuando se reduzca el Ejército actualmente de 50.000 a 1.000 efectivos. Entonces, la resistencia, tanto civil como armada, cesará.

P. ¿Cuál es la fuerza políticomilitar de la resistencia?

R. La guerrilla nunca fue un factor decisivo en la lucha por la liberación de Timor Oriental. Eso sí, ha sido un símbolo político muy importante para nuestro pueblo. Nuestra fuerza es la resistencia pacífica, cultural, religiosa. Tenemos un ejército civil de 800.000 hombres, mujeres y niños. Contra ellos es lo que combate el Ejército de Indonesia, no contra los 400 guerrilleros que tenemos en las montañas.

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