La arquitectura moderna quiere entrar en el patrimonio del siglo XX
El proyecto Docomomo selecciona 165 edificios de España y Portugal
La publicación del registro de 165 edificios de España y Portugal representativos de la arquitectura moderna entre 1925 y 1965 forma parte del proyecto internacional Docomomo (documentation and conservation of building, sites and neighbourhoods of the modern movement), que desde 1990 persigue inventariar y proteger la arquitectura del movimiento moderno."La arquitectura moderna no tiene consideración de patrimonio, y ya al final del siglo hay que replantearse la conservación de estos monumentos", declaró ayer Lluís Hortet, director de la Fundación Mies van der Rohe, de Barcelona, que coordina el Docomomo Ibérico, en la presentación del volumen Arquitectura del movimiento moderno, junto con Alberto Humanes y Xavier Costa, miembros del comité de registro. El libro se difundirá en los próximos días en Barcelona y Sevilla.
La organización pretende el intercambio de experiencias y de ideas sobre la arquitectura y el diseño urbano del movimiento moderno, su documentación y conservación, y elaborar un registro internacional de los edificios más importantes, además de "actuar como vigilante cuando surjan peligros para el buen estado de los edificios y estimular el interés por esta arquitectura tanto del público como de las autoridades". Cada dos años se celebra una conferencia, la última de ellas en Barcelona, con el título de El desafío de la modernidad una revisión crítica y posiciones actuales. Lluís Hortet adelantó ayer que en los próximos años las actividades se extenderán a países latinoamericanos y que Docomomo Ibérico montará su primer seminario el próximo año, dentro de la III Bienal de Arquitectura de Zaragoza.
En el registro ibérico de arquitectura moderna figuran ensayos sobre el movimiento y sus. figuras entre los años veinte y sesenta, hasta la revisión crítica de Rossi y Venturi, junto con las fotografías y. fichas de los edificios, situados de forma cronológica en poblados y colonias, lugares públicos, viviendas unifamiliares, comercio e industria, ocio y turismo.
"El patrimonio del siglo XX está pendiente y son escasos los conjuntos que están protegidos o son considerados patrimonio de la humanidad", declaró ayer Xavier Costa. "El movimiento moderno es una cultura con intenciones urbanas para modificar las condiciones de vida y los espacios".
En el listado de obras figuran el edificio Carrión, de Madrid; el Rincón de Goya, de Zaragoza; la estación de autobuses de Almería; la Casa Bloc, de Barcelona; el coliseo de Oporto, y el edificio Siboney, de Santander.
Babelia
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