El gran tiesto de Madrid

Pinos negros, piñoneros, un pinsapo, una higuera cargada de frutos, un madroño, un castaño, un cerezo y así hasta 160 ejemplares de 56 especies distintas crecen juntas en el monte de Abantos (1.754 metros de altura) en memoria del botánico gurriato (nacido en San Lorenzo de El Escorial) Luis Ceballos.Una vaguada con un arroyo, a las afueras de San Lorenzo de El Escorial (10.545 habitantes) se ha convertido en el gran tiesto de la Comunidad. Un total de 12.000 metros cuadrados vallados para que las vacas no se coman las hojas. Además de las 56 especies ya plantadas, los técnicos de la Consejería de Medio Ambiente planean completar la lista de árboles y arbustos hasta llegar al centenar de especies autóctonas que crecen en la península Ibérica y las islas Baleares.

A este jardín se le llama arboreto porque es una plantación de árboles con fines científicos: se utiliza para el estudio de su desarrollo. Y ha sido apellidado Luis Ceballos en conmemoración del centenario del nacimiento de este ingeniero de montes culpable de la reforestación de las antes peladas laderas del monte de Abantos.La vaguada que acoge la plantación era la preferida de Ceballos. Allí solía pasar sus horas muertas admirando los parajes forestales. Un guarda forestal de la zona aclara: "Además, esta vaguada es un lugar muy protegido del frío y el viento, así las plantas crecen fuertes". El arboreto está en la cara sur del Abantos, ladera menos fría y con más horas de sol que la norte.

Este espacio de investigación se abrirá al público en la próxima primavera, cuando la plantación esté al completo. La Consejería de Medio Ambiente proyecta organizar visitas didácticas para grupos escolares. Los estudiantes recibirán una guía por escrito con la explicación de las características de cada especie. Además, unos monitores medioambientales instruirán sobre las plantas: "El arboreto será una herramienta para la observación directa de la naturaleza para los estudiantes", explica Teresa Calatayud, directora de educación ambiental de la Comunidad. El recinto tiene una senda de piedra con puentes de madera que cruzan el arroyo del Arca del Helechal, y bancos de piedra para que el recorrido floral se haga más cómodo y respetuoso con el jardín. La entrada al público será gratuita.

Aunque el acceso al arboreto es difícil, la visita merece la pena. La entrada está en la zona de recreo El Tomillar, en el kilómetro 5,800 de la M-600 (en la margen derecha si se circula en dirección a El Escorial). Se coge un camino rural de más de ocho kilómetros hasta llegar a, una zona denominada Los Llanillos, en lo alto del monte Abantos. Allí, además del arboreto, la vista es espectacular.