Desinterés por jóvenes e inmigrantes
Uno de los sectores del electorado que el candidato republicano Bob Dole, de 73 años, contempla con temor en las elecciones de mañana es el de los ciudadanos que votan por primera vez en 1996. Los inmigrantes recién convertidos a la ciudadanía estadounidense y los jóvenes que han alcanzado la mayoría de edad después de 1992 se identifican más con la visión de Bill Clinton que con la de Dole.
En EE UU, 90 millones de personas están censadas (registradas) para poder votar, de una población total de unos 250 millones. Desde las últimas elecciones presidenciales, en 1992, se han registrado cinco millones de nuevos votantes, pero eso no implica necesariamente intención de votar. El pasado viernes, la polémica sobre la naturalización masiva de inmigrantes ocurrida este año llegó a las puertas de la fiscal del Estado, Janet Reno. Un total de 1,2 millones de inmigrantes se han hecho ciudadanos de EE UU en 1996, una cifra récord que los republicanos interpretan como un intento apresurado de Clinton por reforzar su electorado. Los nuevos ciudadanos se están registrando mayoritariamente por el Partido Demócrata y votarán en concordancia. Pero el partido de Dole cree que muchos de estos nuevos ciudadanos son delincuentes y así lo ha hecho saber a la fiscalía del Estado para exigir una comisión investigadora. Anteriormente habían utilizado el supuesto escándalo como base de anuncios en radio y televisión.
Antecedentes penales
La semana pasada, un comité republicano del Congreso hizo un muestreo entre 20.000 de los nuevos ciudadanos y advirtió que entre 1.000 y 6.000 personas tenían distintos tipos de antecedentes criminales que les habrían descalificado automáticamente para la ciudadanía.El Servicio de Inmigración y Naturalización de EE UU y el FBI han declarado que la investigación del comité está mal hecha porque no cuenta si los individuos en cuestión al final fueron declarados culpables o no. Entre grupos de inmigrantes, el incidente ha caído como una bomba y no puede sino perjudicar aún más a Dole.
En cuanto a los que han adquirido la mayoría de edad tras las últimas presidenciales, varios sondeos muestran una propensión hacia la candidatura demócrata. Pero esto ha de matizarse: si la llamada generación X se siente ajena a la política, esta franja de edad dentro de ese grupo es más indiferente aún. Además, este alejamiento de la política les pone técnicamente a, la misma distancia de Dole que de Clinton, pues su compromiso político no está del todo formado.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.