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ELECCIONES EE UU 1996

Bob Dole reconoce que marcha contrarreloj para reducir la ventaja que le lleva Bill Clinton

Bob Dole, un hombre de 73 años que ha dedicado toda su vida a la política, se empeña en demostrar con una frenética apoteosis final que la edad no es un obstáculo y que le sobra energía para ser presidente. "¡Hacia la victoria, hacia la victoria, hacia la victoria!", repite en todos sus mítines. Bill Clinton acelera también el ritmo, pero está coronando la última campaña presidencial de su vida -a pesar de tener sólo 50 años- con serenidad y mesura, utilizando citas de la Biblia y de Abraham Lincoln para hacer llamamienos a favor de la unidad. "La elección del martes es si vamos a construir el futuro de esta nación sobre las arenas movedizas de la división o sobre la sólida roca de los intereses comunes".

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En opinión de Bob Dole, "la confianza pública se ha violado en numerosas ocasiones por parte de la Casa Blanca en los últimos cuatro años". Dole añadió ayer, en una entrevista con David Brinkley para la cadena de televisón ABC, que al electorado le importan las cuestiones éticas y que los indecisos se están moviendo hacia su campo. De madrugada, en un hotel de Las Vegas al que llegó procedente de Dakota del Sur y Colorado, un eufórico Dole dijo a los suyos:¡Vamos contrarreloj y sentimos el impulso que se está creando a lo largo y ancho de todo el país!".

El candidato republicano, con un súbito interés por los sondeos ahora que se han acortado las distancias, ha decidido que el lema principal de su maratón final sea la ética, después de haber comprobado que la propuesta de disminuir los impuestos en un 15% no entusiasma a un electorado que está satisfecho con la situación económica y que no quiere ahorrarse dinero a costa de aumentar el déficit y de provocar recortes en la salud, la educación y el medio ambiente. En cambio, la cascada de escándalos que rodea a la Casa Blanca el caso Whitewater, los archivos del FBI y la financiación de la campaña electoral, aunque este último es compartido con los republicanos está haciendo mella en un sector de los ciudadanos. Esto se traduce en un pequeño aumento del apoyo hacia Dole y también en ganancias para Ross Perot, que critica a los dos contendientes pero que acentúa sus condenas sobre Clinton. De los sondeos del fin de semana el menos favorable para Clinton es el de Reuter, que le otorga cuatro puntos de ventaja sobre Dole. El de ABC le da diez puntos y el de Gallup aumenta la ventaja presidencial hasta 13 puntos.

Explotar el miedo

La semana de campaña que quizá le haría falta a Dole para recuperar distancias le está sobrando a Clinton, que ha visto disminuir su marcha ascendente en los últimos días. Aun así, el presidente cree tener garantizada la elección y no da muestras de nerviosismo.Su estrategia es la de aparecer ante el electorado por encima de los ataques personales y preocupado únicamente por la economía, el empleo, la educación, la salud, el medio ambiente y la reconciliación. Ayer, en el -Marco ideal para su mensaje- de una iglesia negra en Florida, cerca de St. Petersburgo escenario de enfrentamientos entre la policía y hombres negros después de la muerte de un joven a manos de dos agentes blancos, Clinton dijo: "Nunca seremos lo que deberíamos ser si dejamos que nuestro país esté dirigido por aquellos que creen que estamos mejor cada uno por nuestra cuenta y que persiguen este objetivo metiendo cuñas entre nosotros, explotando nuestros miedos y convenciéndonos de que nuestros hermanos y hermanas de diferentes razas, credos y formas de vida son nuestros inevitables enemigos".Clinton fue de Florida -el cuarto Estado en votos electorales, que perdió por poco en 1992 y que ahora confía en ganar- a Nueva Jersey, Massachusetts y Maine, para ayudar a candidatos demócratas al Congreso al tiempo que hace campaña. Los republicanos confían en mantener la ventaja que conquistaron en el Senado hace dos años. En cuanto a la Cámara de Representantes, la lucha es muy cerrada y no es fácil pronosticar si los demócratas conseguirán recuperaruna mayoría que tuvieron durante 40 años, hasta 1994. La diferencia es importante para Clinton, porque un Congreso dócil le haría más llevaderos los escándalos pendientes de investigación, y a la inversa. Como señaló Bob Dole en su línea de ataques a la ética, "si es reelegido, va a dedicar la mitad de su tiempo del ano que viene a las investigaciones".

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