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El primer ministro ruso trata de aplacar el descontento en las Fuerzas Armadas

Pilar Bonet

El jefe del Gobierno, Víctor Chernomirdin, intensificó ayer su rodaje en las tareas de jefe del Estado y visitó a los paracaidistas de la provincia de Riazan, el contingente militar más descontento por la política del Kremlin. Mientras tanto, Serguéi Yastrzhembski, el secretario de prensa de Borís Yeltsin, manifestó que los médicos que atienden al presidente pueden decidir la fecha de la operación este fin de semana, tras la llegada a Moscú del cirujano norteamericano Michael DeBakey, de 88 años.

En una entrevista publicada ayer en el diario Moskovski Komsomolets, DeBakey dijo que la operación puede tener lugar "en cualquier momento a partir de la semana que viene" y explicó que Yeltsin ha sido curado de una "seria anemia" y de una disfunción de la vesícula biliar. La operación, que consistirá en la instalación de un by-pass (puente cardiaco) múltiple para mejorar el riego cardiaco del paciente, será dirigida por el médico Renat Akchurin, que tras pasar una semana con DeBakey en Estados Unidos ha vuelto a Moscú con equipo médico inexistente en el centro cardiológico de la capital rusa y destinado a mantener la vida del paciente si surge una situación crítica, según explicó el profesor.Chernomirdin viajó ayer acompañado del ministro de Defensa Igor Rodiónov a Riazan, que es una importante guarnición militar cercana a Moscú, donde también hay tres academias de las Fuerzas Armadas. El primer ministro dijo estar "sorprendido" cuando, miembros del regimiento de paracaidistas 137 le informaron que habían recibido parte del sueldo de julio en vísperas de su visita, a pesar de las promesas de que las Fuerzas Armadas cobrarían todos los atrasos antes de fines de octubre.

Tensión con los paracaidistas

El jefe del Gobierno salió al paso del descontento del cuerpo de paracaidistas, que va a ser drásticamente recortado para mediados de diciembre y subordinado al cuerpo de infantería, y aseguró que los paracaidistas continuarán existiendo en Rusia. La visita de los altos dirigentes no estuvo exenta de tensión, a juzgar por la información de la agencia Itar-Tass, según la cual en una reunión con los invitados de Moscú uno de los presentes expresó su deseo de que el puesto de jefe de los paracaidistas, actualmente vacante, sea ocupado por un oficial de este cuerpo y no del de infantería. "Ustedes se someterán al que les manden. Esto no es un koljós (una explotación agrícola soviética), sino un Ejército", exclamó el ministro de Defensa.

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El programa de Chernomirdin para el futuro inmediato incluye el viaje a una de las flotas rusas para conocer personalmente la situación allí, según dijo Rodiónov. Desde que comenzó a prepararse la operación quirúrgica de Yeltsin, Chernomirdin ha estado en el punto central de mando, donde supervisó unas maniobras que equivalían a la puesta en funcionamiento del mecanismo nuclear. Ha estado también en la sede central del Servicio Federal de Seguridad, donde advirtió contra los intentos de inmiscuir esta organización en política. Y una muestra de que está haciendo su rodaje final para actuar como jefe del Estado en funciones es. su viaje previsto a Chechenia.

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Sobre la firma

Pilar Bonet
Es periodista y analista. Durante 34 años fue corresponsal de EL PAÍS en la URSS, Rusia y espacio postsoviético.

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