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Crítica:CINE: LONE STAR
Crítica
Género de opinión que describe, elogia o censura, en todo o en parte, una obra cultural o de entretenimiento. Siempre debe escribirla un experto en la materia

Espléndida historia de John Sayles

Varias sombras planean por la fascinante, inteligente y decididamente espléndida última película de John Sayles, tal vez el independiente más persistentemente libre de cuantos realizan cine al margen de la industria en EE UU. Una, ostensible, es si la del western clásico, en particular un hito, del género como El hombre que mató a Liberty Valance, aquí también se habla de una hazaña: la eliminación de un hombre corrupto cuyo poder gravita pesadamente sobre una entera comunidad, crimen que en realidad no tiene una paternidad tan definida como parecen sugerir las imágenes, y cuyos detalles escapan a la comprensión de quien debe afrontar, 40 años más tarde, la resolución del enigma. Otra no menos notoria, es Sed de mal, la fronteriza película de Orson Welles. Lone Star, que mezcla con sabiduría una trama compleja, como en Welles, y una escritura de la historia reacia a que dar emparedada simplemente en los hechos de crónica, como en Liberty Valance. Fronteriza por su ubicación, un condado ,de Tejas limítrofe con México, habitado por anglos, indios, chicanos y negros, microuniverso que en definitiva resume a todo EE UU. Fronteriza igualmente por su evanescente situación- genérica, a caballo entre el western, el cine negro, el drama e incluso la comedia ácida; y fronteriza, en fin, por que la valiente, impecable clausura del relato se sitúa más allá de lo que moralmente sería aceptable en una producción Índustrial al uso.Misterioso esqueleto Sayles trabaja con entera comodidad desde un guión,primoroso, trazado con tiralíneas y en el que no sobra práctica mente nada. La historia se de sarrolla siempre en dos niveles: en uno, el de su simple enunciado, atrapa al espectador con su envoltorio de filme-enigma de quién es ese esqueleto que aparece un buen día en el de, sierto, quién lo ha matado y por qué; en el otro, lo emplaza a que desentrañe una trama especular, que muestra figuras distorsionadas abocadas todas ellas a enfrentarse, oponerse o reconciliarse con la figura paterna. Nada menos que tres hijos, empezando por el propio sheriff, prisioneros todos de la incómoda ' sombra del padre, tendrán en algún momento del filme que aceptar su particular situación con respecto a la figura paterna. En el fondo, en esa aceptación se demuestra una metáfora mayor, la que probablemente más interesa a Sayles: aceptar al padre, con sus debilidades y sus grandezas, es, en este caso, aceptar la Historia así, con mayúsculas; una historia, la de Tejas -la de Estados Unidos, en realidad-, sobre la, que casi todo parece estar por decir, y que gracias a la "corrección política" amenaza con perder su carácter de discurso monolítico e integrador ideológico de una nación para abrir paso a una reflexión más pausada, más entrañable y contradictoria; más adulta, en suma. Filme sabio y poderoso, Lone Star es no sólo el mejor filme de John Sayles hasta la fecha, sino la confirmación de que para, hacer cine independiente no es preciso someterse a las incómodas normas de la comedia supuestamente graciosa, los problemillas generacionales y una factura de trabajo de fin de curso.

Lone Star

Dirección, guión y montaje: John Sayles. Fotografía: Stuart Dryburgh. Producción: Paul Miller. EE UU, 1996. Intérpretes: Chris Cooper, Elizabeth Peña, Kris Kristofferson, Joe Morton, Miriam Colon, Clifton James,.Ron Canada, Frances McDormand, Matthew McConaughey. Estreno en Madrid: cines Lumiere e Ideal Multicines,(en versión original).

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