Chicos con problemas
Un episodio cualquiera, digamos una cena de ex alumnos de un instituto de un pueblo americano, puede ser una magnífica excusa para volver a casa. Volver en más de un aspecto: para ver a los amigos, claro está, pero también para recapitular la existencia, tomar aliento para abordar decisiones difíciles: reencontrarse, en fin, con las raíces. Tema frecuente en muchas producciones americanas, y en todos los géneros, el back home se convierte en excelente excusa dramática, también para una comedia.Beautiful girls es así una comedia con coartada existencial, uno de esos filmes de chicos y chicas con problemas -ellas a causa de ellos, mayormente-, que basan toda su credibilidad en los dos factores clasicos que ciementan todo filme (bueno) de este poderoso subgénero: una construcción solvente de Ios personajes y unos diálogos sabiamente escritos que hagan de aquéllos seres de carne y hueso.
Beautiful girls
Dirección: Ted Demme. Guión: Scott Rosenberg. Fotografía: Adam Kimmel. Producción: Cary Woods y Alan C. Blomquist. EE UU, 1996. Intérpretes: Matt Dillon, Timothy Hutton, Uma Thurman, Noah Emmerich, Lauren Holly, Natalie Portman, Martha Plimpton. Estreno en Madrid: Palacio de la Prensa, Conde Duque, Madrid, Ideal (en versión original subtitulada).
Ninguno de estos dos factores faltan en este filme, el segundo en la trayectoria del realizador Ted Demme, autor de videoclips y programas televisivo-musicales en la cadena especializa Music Television. (MTV), cuyo espíritu. visual, no obstante, traiciona amplia y gozosamente: es el suyo un narrar muy cercano al clasicismo, plano / contraplano, elipsis elegantes, excelente trabajo con los actores del reparto. De esta forma, el filme, que arranca un poco perezosamente y con cierto aire de déjà vu, comienza a asumir su propia respiración, su personalidad, a medida que sus personajes encuentran ellos mismos su lugar.
La adolescente
Así, Demme dosifica con sabiduría las peripecias de los cinco personajes principales a partir de episodios que les tienen como protagonistas, a veces colectivos, pero casi siempre individuales. De la pluma inteligente del guionista, Scott Rosenberg, surgen situaciones extraordinarias y personajes magníficamente descritos, en especial dos: el que ocupa el lugar central del quinteto, interpretado por Timothy Hutton, y el de la dolescente enamoradiza a quien Natalie Portman, la seductora niña de El profesional, dirigida por el francés Luc Besson, presta una solidez encomiable..., llamados, no por azar, a compartir los mejores momentosde la cinta.Algo le pasa, no obstante, a Beautiful girls para ser la obra redonde y sin fisuras a que podría aspirar por sus méritos. Y lo que le ocurre es uqe, tal vez llevado por su amor a los personajes masculinos, el gionista Rosenberg -y con él también Demme- olvida la regla de oro de toda dramaturgia adulta, que consiste en dar a cada personaje, por tonto o miserable que pueda llegar a ser, la oportunidad de asumir su propia defensa.
Casi todos aquí la tinen; casi, porque el único que aparece desdibujado, impreciso y a la postre deleznable es el de la única mujer adúltera que la ficción presenta.
Estigmatizada más allá de lo que sería recomendable, presentada como una mal pécora desde que era una adolescente, el personaje termina a la postre convirtiéndose en la excusa para clausurar el relato con un mensaje tontamente conservador, con loa a la familia y buenas intenciones incluidas, que se da bastante de tortas con unos personajes que merecen una suerte más corde con su pisicología.
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