La ONU abandona la región ante la extensión de los combates

Ante lo que el secretario general de las Naciones Unidas, Butros Butros-Gali, calificó de "guerra regional" de carácter étnico y la degradación progresiva de las condiciones de seguridad, la ONU y varias organizaciones no gubernamentales optaron por abandonar la zona oriental de Zaire. Tras los nuevos ataques de los banyalenges (rebeldes tutsis zaireños) contra Bukavu, capital de la provmcia de Kivu Sur,- con 150.000, habitantes, la ONU y las ONG evacuaron eyer de forma conjunta a todo su personal de la ciudad. Además, el Programa Mundial de la Alimentación optó por posponer el puente humanitario que, tenía previsto entre Bukavu y Kampala, capital de Uganda.El Consejo de Seguridad de la ONU exigió el viernes a "todas las partes un cese el tuego en el este de Zaire y "prestó su respaldo" a la designación de un mediador de la ONU encargado de preparar una conferencia regional tras mantener consultas urgentes con representantes de la Unión Europea y los países africanos afectados.

El presidente de Médicos Sin Fronteras en España, Pedro Arcos, por su parte, aseguro, que la situación en Zaire "es una bomba de relojería" que puede estallar en breve y cuyas consecuencias se rán incluso peores que las que se generaron con el conflicto de Ruanda en 1994", informa José M. Atencia desde Málaga.

PedroeArcos solicitó una inmediata movilización de la comunidad internacional para prevenir una posible guerra civil en un, país que "'vive en un caos total y con una situación que tiene las mismas características, si no peores, que las que precedieron al conflicto en Ruanda y Burundi"., El presidente de Médicos Sin Fronteras, que dirigió una reunion que la junta directiva de esta ONG celebró ayer en Málaga, abogó por concienciar a los ciudadanos para que se inicie una campaña de movilización al objeto de "exigir a los Gobiernos europeos y al Consejo de Seguridad de la ONU", una actuación preventiva en la zona. Ésta exige de un lado, amenazar con un posible boicoteo en las ayudas, y, de otro, presionar "para que otros países no vendan armas a esta zona caliente".