Perot niega su apoyo a Dole y critica a los dos grandes partidos

El candidato republicano a la presidencia de Estados Unidos, Bob Dole, fracasó en su intento de convencer a Ross Perot de que abandone la carrera electoral y le dé públicamente su respaldo. La iniciativa de Dole, que envió el miércoles a Dallas al jefe de su campaña, Scott Reed, para negociar la retirada del famoso multimillonario tejano, ha sido interpretada como un acto de desesperación de parte de Dole, que parece haber dado por perdidas las elecciones y centra sus esfuerzos en evitar que la derrota sea abrumadora.

Ross Perot contestó que no a Scott Reed y, en un discurso pronunciado ayer en Washington, denunció las prácticas corruptas de los dos principales partidos. "Ambos han aceptado contribuciones ílegales y ambos están en manos de grupos de intereses... La única alternativa que queda es el Partido de la Reforma, dijo, confirmando su intención de permanecer en la campaña.Perot ha sido ignorado en los debates electorales, su campaña ha tenido escasa repercusión y marcha con sólo un 5% en las encuestas sobre intención de voto, pero no ha querido arriesgar su prestigio dando el respaldo a un candidato a quien ha críticado tanto como a Bill Clinton en los últimos meses.

Ross Perot, uno de los principales defensores de la necesidad de acabar con el déficit público, se ha opuesto a la propuesta de Dole de reducir los impuestos en un 15% porque considera que eso obligaría al Estado a endeudarse aún más. El millonario tejano tampoco aprueba la política de apertura comercial que propicia el candidato republicano.

La decisión de pedir ayuda a Ross Perot fue tomada por los responsables de la campaña de Dole con la intención de intentar la victoria en algunos Estados importantes, como Florida y Tejas, en los que el candidato republicano y el presidente marchan codo con codo. Aunque los potenciales votantes de Perot sean pocos, podrían ser suficientes -piensan en el cuartel general republicanopara desnivelar la balanza en su favor en esos Estados. La derrota de Dole en Florida y Tejas -donde George Bush ganó en 1992- y en otros Estados del sur que últimamente han votado republicano, podría significar una catástrofe de grandes proporciones para Dole.

El Partido Republicano está preocupado además de que una derrota así acabe arrastrando a los candidatos que el mismo 5 de noviembre compriten por los escaños del Congreso, y los conservadores pierdan el control de algunas de las dos Cámaras. Eso no parece probable hasta el momento, pero tampoco es imposible.

Lo cierto es que nada parece funcionarle a Bob Dole. Después de la denuncias sobre posibles irregularidades en la recolección de fondos para la campaña de Clínton, y después de las insistentes críticas del candidato republicano a "la desvergüenza instalada en la Casa Blanca", Bill Clinton ha aumentado su ventaja en las encuestas. Algunas de las últimas publicadas por los medios de comunicación dar al presidente la

victoria por más de 20 puntos, y ninguna por menos de 12.

Pese a la negativa de Perot a darle su respaldo, Dole confia en que su gestión sirva, al menos, para decantar a su favor a algunos de los votantes del Partido de la Reforma y algunos indecisos. Todos los votos son buenos para los republicanos en unas elecciones que se encaminan a convertirse en una de las peores de la historia de ese partido.