El Parlamento Europeo aprueba unos presupuestos restrictivos de la UE

El Parlamento Europeo aprobó ayer un proyecto de Presupuestos de la Unión Europea de carácter muy restrictivo. La primera lectura parlamentaria deja el presupuesto en 82.514 millones de ecus (13,36 billones de pesetas), casi 1.000millones de ecus por encima de la propuesta del Consejo de ministros pero tan sólo un 0,7% más que en 1996. La Eurocámara aprobó, con el apoyo de los diputados del Partido Popular español, un recorte de 1.000 millones de ecus en los fondos estructurales.

Los parlamentarios han consagrado el principio de austeridad lanzado por los Quince. En nombre de la convergencia de Maastricht se han esforzado por retocar muy poco la propuesta del Consejo de ministros. Han dado su visto bueno a la iniciativa francesa de recortar en 1.000 millones de ecus la partida destinada a fondos estructurales (ver EL PAÍS de ayer) prevista en el anteproyecto por la Comisión Europea, en otro tanto las ayudas agrícolas (excepto las destinadas al sector vacuno y más específicamente a la crisis de las vacas locas) y en algo más de 500 millones de ecus las partidas destinadas a otras políticas.Los parlamentarios han preferido al final la alternativa de la. austeridad y han cogido como bandera la política de gastos administrativos de la Comisión Europea: han llamado la atención a Bruselas exigiendo mejor organización y mayor control del gasto. Pero se han rasgado las vestiduras a la hora de realizar la autocrítica sobre sus propios gastos. El presidente de la Comisión de Presupuestos, el alemán Detlev Saniland, llamó "tontos" a los periodistas que creen que basta una filmación de televisión para demostrar que algunos diputados firman su acta de presencia para cobrar la dieta y luego se marchan.

Saniland aseguró que esa práctica no es ilegal y que el hecho de que en muchas sesiones el número de firmantes sea infinitamente superior al de presentes en el hemiciclo no significa que los diputados no estén trabajando en su despacho o en otro lugar. No explicó, en cambio, por qué los eurodiputados no cobran los gastos de viaje en función del coste real del desplazamiento testificado a través de factura, como sí hacen, por ejemplo, los comisarios y los funcionarios de la Comisión.

La Cámara sólo ha abierto pequeñas batallas de cara a la segunda y definitiva lectura de las cuentas, que se realizará cuando el Consejo de ministros" estudie esta primera lectura del Parlamento y realice las modificaciones que le parezcan oportunas. Entre esas batallitas está la decisión de destinar 300 mi llones de ecus a tres acciones prioritarias, a razón de un tercio para el plan de paz en Irlanda del Norte, otro para las redes transeuropeas y el tercero para investigación .La solución adoptada es relativamente pacífica. El Parlamento llegó a plantearse dos opciones alternativas de beligerancia: no dar ni un duro a las redes transeuropeas o multiplicar esa partida para forzar los proyectos. Esta última propuesta defendía mezclar varias partidas de diferentes capítulos, una práctica prohibida por el acuerdo Inter Institucional entre el Parlamento y el Consejo. De haberse aprobado esa alternativa, se habría abierto una guerra presupuestaria entre ambas instituciones, que a, la larga probablemente habría perjudicado a la cámara.