González dice que el Ejecutivo "disfraza su debilidad con gestos autoritarios"

El secretario general del PSOE, Felipe González, volvió a pedir. ayer a su grupo parlamentario que no pierda los nervios, pero tampoco se deje llevar por un exceso de optimismo. Su trabajo de oposición, dijo, es una inversión a medio y largo plazo y no se puede capitalizar en seis meses. Será en junio cuando analice con los suyos si la actuación socialista está siendo o no correcta. En la reunión interna para preparar el debate de los Presupuestos, no ahorró descalificaciones hacia el Gobierno de José María Aznar. "Es débil y trata de disfrazar su debilidad con gestos autoritarios", vino a decir.El líder socialista rebatió algunas de las afirmaciones del diputado Antonio García Santesmases, de Izquierda Socialista, según el cual el Ejecutivo popular ha llegado al debate de las cuentas en buen momento, puesto que ha visto revalidado el apoyo de los nacionalistas y no es baladí el acuerdo firmado con los sindicatos sobre las pensiones. Tanto Santesmases como otros compañeros valoran la labor del ministro de Trabajo y Asuntos Sociales, Javier Arenas, al que atribuyen buena parte del éxito con las centrales y el restar, en alguna proporción, la imagen más derechista del Gabinete.

González no está de acuerdo con este análisis porque considera que las medidas que el Gobierno tomará en el futuro no serán tan del agrado de los sindicatos, empezando ya por la congelación salarial de los funcionarios. Personas presentes en la reunión aseguran que González criticó al Ejecutivo por "eludir las decisiones difíciles, pero necesarias, en el medio y largo plazo": "Mira obsesivamente al 98 cuando hay que diseñar un futuro para diez o más años',.