La ampliación de Barajas choca con la guerra jurídica entre constructoras

El consejo de administración de Aeropuertos Españoles de Navegación Aérea (AENA) tiene hoy una difícil papeleta. Sus consejeros se reúnen para adjudicar la obra más cara de la historia aeroportuaria: una pista de 4,4 kilómetros de largo y 60 metros de ancho, cuyo precio de licitación alcanza los 46.889 millones de pesetas. Las grandes constructoras del país se han enzarzado en disputas jurídicas para hacerse con el negocio. Mientras tanto, vecinos y alcaldes de la zona torpedean la ampliación del aeropuerto.

Algunas de las uniones de empresas concursantes han impugnado la oferta de Ferrovial / OCP / Auxini / Entrecanales por considerar que incumplía el pliego de condiciones, según fuentes de AENA. Uno de los consejeros indicó ayer a EL PAÍS que la adjudicación, que deberá resolver hoy el consejo de administración, se debería retrasar unos días hasta clarificar las cuestiones jurídicas del concurso y poder estudiar detenidamente cada una de las propuestas.AENA ha conseguido que todas las constructoras ofrezcan bajas al precio de licitación fijado en el concurso. De media, AENA pagará por la obra más contestada de Barajas un 32,5% menos que lo previsto inicialmente, según Europa Press.

La obra tiene un plazo de ejecución de 22 meses y pretende eliminar los problemas de saturación que sufre actualmente el aeropuerto de Madrid. Con la tercera pista terminada, Barajas podrá satisfacer la demanda de 45 millones de viajeros. Actualmente, con 21 millones de clientes al año, el aeropuerto sufre ocasionalmente problemas de falta de espacio para que aterricen y despeguen los aviones.

Aeropuertos alternativos

En los últimos días se ha llegado a estudiar la posibilidad de desviar algunos vuelos hasta el aeródromo de Getafe, para resolver los problemas puntuales que aparecen en Barajas.La obra de ampliación prevista en el aeropuerto será colosal. Se removerán 20 millones de metros cúbicos de tierra y se gastarán 2.000 millones de pesetas en el mantenimiento y mejora de la calidad de las aguas, la vegetación y el paisaje.

Siete túneles de 300 metros cada uno atravesarán la nueva pista de rodaje para permitir el paso de carreteras, servicios aeroportuarios y arroyos que fluyen por la zona.

Junto al nuevo corredor de cuatro kilómetros se construirá un estacionamiento de aeronaves de 1,7 millones de metros cuadrados. Con esta obra, el aeropuerto duplicará su extensión -de 600 a 1.200 hectáreas.

El impacto acústico de la nueva pista ha movilizado a 17 ayuntamientos próximos cuyos alcaldes han iniciado una batalla jurídica para impedir que la obra se ejecute tal como está proyectada.