El Parlamento ruso pide a las Fuerzas Armadas que mantengan la calma y no se dejen provocar
La Duma Estatal de Rusia (Cámara baja del Parlamento) exhortó ayer a los generales y oficiales de las Fuerzas Armadas, la Flota, las tropas del Interior y guardafronteras a mantener la calma y a no dejarse provocar, en una disposición que dio una respuesta comprensiva a la decisión del presidente, Borís Yeltsin, de destituir al secretario del Consejo de Seguridad, Alexandr Lébed. Por su parte, el ministro de Defensa, Ígor Rodiánov, logró situar a un oficial de su confianza como jefe del Estado Mayor, tal como indicaba el decreto firmado ayer por el presidente Yeltsin, mediante el cual el general Víktor Samsónov, de 55 años, pasa a sustituir a Mijail Kolésnikov, de 57, en una operación que supone una permuta de puestos.
Kolésnikov, un oficial disciplinado y discreto que no se caracterizó por adoptar actitudes políticas independientes, pasa a sustituir a Sanisónov como encargado de coordinar la colaboración militar entre los países miembros de la Comunidad de Estados Independientes. Sainsónov, que comenzó su carrera en la infantería de marina, sirvió en el distrito militar del Norte del Cáucaso como jefe del Estado Mayor entre 1987 y 1990, cuando Rodiónov era jefe de las tropas en aquel distrito. La oficina de Información del Ministerio de Defensa informó que Rodiónov había propuesto a Sanisónov para el puesto a principios de octubre.Era todavía pronto ayer para tener una idea precisa sobre la reacción de las Fuerzas Armadas al cese de Lébed. Fuentes próximas, a este oficial, consultadas por, esta corresponsal, se mostraron decididamente en contra de acciones de amotinamiento o de solidaridad con Lébed y consideraron además que éstas eran poco probables. Advirtieron, sin embargo, que el malestar en los cuarteles, debido a las condiciones sociales, los impagos salariales y la forma brutal en que se llevan a cabo las reducciones de efectivos, puede provocar acciones incontroladas e incluso violentas en cualquier punto de la geografía de Rusia.
Fuentes del Estado Mayor, citadas por la agencia Interfax, señalaban ayer que en las Fuerzas Armadas no se había registrado ninguna reacción "ni positiva ni negativa" al cese del general Lébed y que la situación era tranquila en el 14 Ejército emplazado en el Trandsniéster y en las tropas de Paracaidistas. Lébed, que procede de este cuerpo, dirigió el 14 Ejército hasta su traslado a Moscú en 1995.
Detalles aislados indicaban, con todo, que el Kremlin temía, y tal vez teme todavía, las consecuencias del cese de Lébed. El líder del grupo agrario de la Duma, Nikolái Jretónov, informó ayer que los gobernadores provinciales habían recibido orden de no abandonar sus puestos, según datos recibidos desde su circunscripción en Nobosibirsk (Siberia occidental). En Moscú, fuentes próximas al Ministerio del Interior aseguraban que las instrucciones del régimen de vigilancia reforzada fueron repartidas entre los oficiales de este departamento en vísperas del cese de Lébed.
La Duma acogió bien la decisión de Yeltsin de mantener al ministro del Interior, Anatoli Kulikov, en su puesto, ya que rechazó la propuesta del grupo liberal Yávloko de recomendar al presidente que cesara al ministro, quien, por otra parte, goza de unas excelentes relaciones con la fracción comunista de la Cámara, que es la mayoritaria.
El jefe del Comité de Defensa de la Duma, Lev Rójlin, considerado como un simpatizante de Lébed, aunque pertenece al grupo parlamentario del Gobierno, dijo que la verdadera causa del cese del general era "la lucha por el poder" y señaló que, tras Kulikov, se encuentran "los que no desean que Lébed sea presidente o los que no desean un, cambio de la situación".
Consejo a Lébed
Rojlin se unió a quienes aconsejan a Lébed que se presente a algunas de las elecciones a gobernador que se celebrarán en el futuro próximo, como las de la provincia de Tula, distrito por el cual Lébed fue diputado hasta que se vio obligado a renunciar a su mandato. Ser gobernador de Tula permitiría a Lébed, según Rojlin, gozar de la tribuna del Consejo de la Federación (la Cámara alta de la que son miembros los gobernadores provinciales), y del apoyo de la industria militar y la división de paracaidistas que tiene su base en aquella provincia.El portavoz de la Presidencia, Serguéi Yastrzhembski, dijo ayer que la sustitución de Lébed en los puestos relacionados ' con Chechenia es sólo una cuestión de tiempo, y el jefe del Gobierno, Víktor Chernomirdin, anunció que el presidente puede dar a conocer el nombre del nuevo secretario del Consejo de Seguridad la semana próxima.
Mientras tanto, Lébed comenzó el primer día después de su cese paseando a su perro, como tiene por costumbre. A los periodistas que acudieron a filmarle les anunció que pensaba ir al teatro donde vio un drama ruso, dedicado al zar Fiodor Ivanovich, Iván el Terrible, que fue un títere en manos de su valido, Borís Gudonov. "Quiero aprender a dirigir el país", dijo jocosamente el general Lébed.
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