Se licencia la primera promoción de 'ecotitulados'

La primera hornada de licenciados en Ciencias Ambientales de toda España ha empezado a salir de las aulas de la Universidad Autónoma de Barcelona (UAB). Tras cuatro años de rendimiento académico récord, los quince primeros titulados entre junio y septiembre, más los cerca de 60 que lo harán el próximo mes de febrero, se presentan en sociedad con la voluntad de aportar una visión moderna, global e integradora del medio ambiente. Un propósito pionero que tendrá que superar el amplio desconocimiento existente sobre la propia titulación como el recelo corporativista de los profesionales ya establecidos -ingenieros, biólogos y químicos, entre otros-.Georgina Vidal podría presumir de ser la primera licenciada en Ciencias Ambientales de toda España. Y es que esta barcelonesa de 22 años fue la única estudiante que logró sacar dicha carrera en junio. "Una beca me permitió compaginar el último curso con la elaboración del proyecto de final de carrera, un trabajo que normalmente se deja para después", explica Georgina, quien atribuye su logro a las "casualidades de la vida". No ha recibido todavía ninguna oferta de trabajo. "Es una titulación nueva y por eso", señala Vidal, "muchas empresas e instituciones todavía no saben que existimos o si lo saben desconocen lo que podemos aportar".

Para el coordinador de la licenciatura de Ciencias Ambientales, el profesor de Química Jordi Bartrolí, la formación generalista e interdisciplinaria que da la carrera, al conjugar asignaturas de ciencias puras -como química y física- con otras de matriz humanista -como economía y derecho-, hace a estos nuevos profesionales especialmente indicados para ocupar puestos en la administración local y en empresas de consultoría.

Bartrolí recuerda con mal sabor de boca las múltiples interferencias que otros colectivos profesionales pusieron, primero, a la creación de la titulación en 1992 y, después, a su definitiva homologación oficial en 1995. "Por nuestra formación generalista no nacemos con vocación exclusivista sino complementaria", dice este profesor.

Esta declaración de coexistencia pacífica no parece suficiente para evitar la guerra. Así lo cree al menos Joan Serra, consultor ambiental de Arthur Andersen: "El cada vez más suculento mercado medioambiental va a vivir una lucha sin cuartel entre las diversas profesiones que quieren posicionarse en él".

En esta lucha competitiva se enmarca, por ejemplo, la ambientalización de los nuevos planes de estudio de las Ingenierías adscritas a la Universidad Politécnica de Cataluña. Mientras la UAB y la Universidad de Girona, los dos únicos centros catalanes donde se imparte la licenciatura de Ciencias Ambientales, ven este cambio como positivo, no opinan lo mismo de la posible extensión de su titulación a otras universidades catalanas. "Se haría un flaco favor a la propia carrera al incrementar innecesariamente el número de licenciados", declara Bartrolí.