Los Rolling Stones estrenan su 'Rock and roll circus'
Se rescata el especial de televisión inédito que el grupo británico grabó en 1968
Ocurrió durante el 11 de diciembre de 1968 y se prolongó hasta el amanecer del día siguiente. Los Rolling Stones, ansiosos de pisar un escenario tras dos años de desconcierto psicodélico y problemas con la justicia, montaron una carpa de circo en un estudio de televisión londinense y convocaron a sus amigos del Olimpo pop, británico: John Lennon, Eric Clapton, The Who. Junto con otros invitados circenses y musicales quisieron dar un matiz contraculturalal mayor espectáculo del mundo, en su versión inglesa. El destino de The Rollíng Stones Rock and Roll Circus ha sido, durante 28 años, un misterio. La versión original se estrena hoy en Londres y también se edita en video, disco láser y CD.
Cuando terminó de rodarse, el grupo quedó insatisfecho: los músicos llevaban 14 horas en el estudio cuando les llegó el tumo de tocar y sintieron que no habían rendido al máximo. La fecha del estreno del show, concebido inicialmente como un especial de televisión, se fue retrasando mientras se barajaban ideas como volver a grabar su actuación en el Coliseo romano. El despido, y posterior fallecimiento, de su carismático guitarrista, Brian Jones, les hizo renuentes a seguir esforzándose en el proyecto.Sin embargo, en la versión original, Rock and Roll Circus acaba de pasar por el Festival de Cine de Nueva York y se estrena hoy en Londres. En pantalla grande, como era la intención del realizador Michael Lindsay Hogg, que trabajó simultáneamente con cine y vídeo, usando tecnología entonces sólo disponible en Francia. El hecho de que el Rock and Roll Circus se materialice ahora en las tiendas tiene fácil explicación: el dinero para producirlo vino de Allen Klein, entonces manager de los Stones y enconado enemigo suyo desde principios de los setenta.La elección del circo
Las motivaciones económicas del propietario no empeñan las virtudes testimoniales del Rock and Roll Circus. La elección del circo, en su vertiente un poco cochambrosa y patética, encajaba con el gusto del pop británico por el camp: los Beatles ya se habían acercado a ese universo el año anterior, con su canción Being for the benefit of Mr. Kite! Así que la invitación de los Stones para pisar serrín y compartir espacio con trapecistas, tragafuegos y payasos resultaba irresistible.
La camaradería entre la primera división del pop londinense no impidió, sin embargo, que John Lennon tomara el pelo a un desconcertado Jagger: los Beatles nunca permitieron que los Stones olvidaran quiénes llevaban el timón. Lennon apareció como parte de The Dirty Mac, junto con Eric Clapton, Keith Richards (Rolling Stones) y Mitch Mitchell (batería de Jimi Hendrix). Un supergrupo al que se unieron el violín del maestro israelí 1vry Gitlis y la garganta ululante de Yoko Ono.
Esos experimentos también formaban parte del espíritu del 68, un año que había visto a Jagger manifestarse en Londres contra la guerra de Vietnam, en una jornada violenta que concluyó con 300 detenidos y 50 heridos. Balance que asustó al cantante: su Street fighting man reflejaría las turbulencias callejeras de París, Praga y Chicago, pero dejaría claro que su lugar estaba encima de las tablas ("Bueno, qué puede hacer un pobre chico excepto cantar en una banda de rock and roll").
Babelia
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