El mejor melodrama mexicano

A lo largo de poco mas de 10 años la unión entre el realizador Arturo Ripstein y la guionista Paz Alicia Garciadiego ha dado lugar a media docena de excelentes películas que le sitúan a la cabeza del mejor cine latinoamericano. En cada una de estas seis películas la pareja desarrolla una técnica muy similar. Parte de una obra preexistente para tomarla como punto de apoyo y lanzarse a la construcción de un mundo muy personal a través de la conseguida mezcla de un fuerte barroquismo, con un humor muy especial y la amplia tradición melodramática del cine mexicano para llegar a unos interesantes resultados que, en muchos casos, rozan la genialidad.Tras partir en El imperio de la fortuna (1985) de una obra de Juan Rulfo, en La mujer del puerto (1991) de un cuento de Guy de Maupassant, en Principio y fin (1993) de una novela de Naguib Mahfuz y en La reina de la noche (1994) de la vida de la cantante Lucha Reyes, el punto de partida desde el que comienzan a trabajar en Profundo carmesí es una olvidada e interesante producción norteamericana.

Una nueva versión

En 1970, el realizador independiente Leonard Kastle dirige Los asesinos de la luna de miel, una producción rodada con muy pocos medios, pero gran inteligencia, que tiene una gran repercusión entre críticos y cinéfilos. A pesar de este particular éxito, Kastle no vuelve a hacer ninguna otra película y tienen que pasar 25 años para que el mexicano Arturo Ripstein la saque del olvido para rodar una muy peculiar nueva versión.La historia de la enfermera muy gorda que se enamora apasionadamente del traumatizado conquistador calvo dedicado a sacar dinero a solitarias viudas da lugar a una extraña y acomplejada pareja de asesinos que enlaza a la perfección con la amplia gama de personajes tortuosos y marginales perfectamente dibujados por Ripstein y Garciadiego en su película.

La máxima diferencia con sus anteriores trabajos en común es que, quizá por tratar se de una coproducción en la que además de México y Francia también interviene España, hay una mayor, más amplia y divertida sucesión de referencias a los españoles que en sus películas anteriores. Al tiempo que hereda del original norteamericano su estructura de historia de itinerario, donde la peculiar pareja asesina va dejando tras de sí un extraño reguero de cadáveres.

Avalada por varios premios importantes obtenidos en los recientes festivales de Venecia y Biarritz, Profundo carmesí está narrada en largos y complejos planos por Arturo Ripstein, pero no tanto como en otras ocasiones, teniendo un especial cuidado en su barroca y particular ambientación, así como en el trabajo de un seleccionado grupo de actores. En esta ocasión destaca la muy peculiar pareja protagonista, integrada por Regina Orozco y Daniel Giménez Cacho, así como una breve aparición de su habitual colaboradora Patricia Reyes Spindola, pero sobre todo del trabajo realizado por la española Marisa Paredes.