Viaje inminente del presidente israelí a Jordania para limar la dura política de Netanyahu

Tras recibir en su casa a Yasir Arafat y aceptar una invitación para visitar Egipto, el presidente israelí, Ezer Weizman, se apresta a viajar a Jordania para tratar de reparar el daño que está causando la política intransigente del primer ministro, Benjamín Netanyahu, en las precarias relaciones con sus vecinos. Las visitas de Weizman a El Cairo y Ammán fueron aparentemente programadas con anterioridad a la sangrienta crisis entre Israel y los palestinos del mes pasado, pero su materialización en los próximos días dará una medida de la voluntad árabe para continuar hablando de paz con Netanyahu.

El cargo de presidente en Israel es más bien decorativo, pero en este caso la dinámica misión de Weizman ya está siendo interpretada en círculos del Gobierno derechista como un incómodo desafío a su papel. El Ejecutivo sostiene que los viajes de Weizman son "coordinados" por el despacho del primer ministro, pero el diario Yediot Ahronot hablaba ayer de tensiones. Según una fuente próxima a Netanyahu citada por ese periódico, la creencia oficial es que las invitaciones a Weizman son parte de una trama árabe urdida en secreto en El Cairo el pasado 14 de septiembre contra el actual Gabinete israelí. La invitación a Weizman es parte de un proceso para enviar el mensaje de que, como es imposible hablar con Netanyahu, hay que hablar con un hombre moderado como Weizman", dijo la fuente citada por el Yediot.Egipto y Jordania han rechazado sugerencias anteriores a la supuesta existencia de un plan para erosionar al Gobierno de Netanyahu. Sin embargo, la atención que le están prestando los árabes a Weizman promete eclipsar, al menos temporalmente, a la diplomacia dura del Likud en momentos en que el movimiento pacifista se reorganiza en Israel.

Los temores de un conflicto regional son bien fundados. El principal factor es el estancamiento en las negociaciones con los palestinos. Pero Egipto, que boicoteó la reciente cumbre, de Washington, ya estaba enfrascado en una guerra verbal con Israel. Siria, que al movilizar este mes sus carros de combate hasta el monte Hermón sembró la alarma en Israel, volvió ayer a advertir a Netanyahu que está creando una situación sumamante peligrosa. Un responsable el Ministerio Sirio de Defensa acusó, durante una visita a las tropas en los altos del Golán, al gobernante israelí de desatar una salvaje campaña contra los árabes".

Pero lo que más preocupa en estos momentos a Israel es el tono crítico tan radical que ha adoptado Jordania. El rey Hussein declaró esta semana que la intransigencia de Netanyahu puede provocar un conflicto que quizás obligaría a los israelíes a ponerse máscaras antigás, como durante la guerra la Golfo en 1991. El monarca también acusó al primer ministro de pecar de "arrogancia de poder" y dijo que el nuevo líder de Israel le ha "decepcionado".

Hussein, ofendido

El rey jordano está ofendido por el hecho de que Israel no le comunicase su decisión de abrir el tunel de los asmoneos de Jerusalén, un gesto que delata plena igorancia del histórico papel de la corona hachemí sobre la ciudad santa y los lugares sagrados para los musulmanes. La ofensa es aparentemente doble porque tan sólo un día antes de la fatídica apertura del túnel, el monarca conversaba en su palacio con Dore Gold, uno de los principales asesores de Netanyahu.El ministro de Asuntos Exteriores, David Levy, en declaraciones a Radio Israel, admitió que el estado de las relaciones con Jordania es preocupante y reveló que en su ministerio incluso se ha usado la palabra "catastrófico" para definirlo. Levy sostuvo, sin embargo, que las relaciones son "buenas, sólidas y excelentes", aunque el tono de las mismas sugiera que no son las de antes. El embajador jordano en Tel Aviv, Omar Rifai, declaró que las relaciones atraviesan por un periodo de "deterioro" y que Israel debe cumplir sus promesas si es que quiere mejorar sus vínculos con Ammán.

Entretanto, Arafat reconoció ayer sentirse frustrado ante la falta de progresos en las negociaciones con Israel. "Hasta anoche [por el miércoles], los hermanos palestinos regresaron de las reuniones sin haber logrado nada. Por, eso debemos estar totalmente preparados para hacer frente a todas las posibilidades", manifestó ayer el presidente de la autoridad Nacional PaIestina (ANP) a un grupo de legisladores palestinos en Ramala (Cisjordania), según informa la agencia Reuter.

El primer ministro israelí, en cambio, hizo un llamamiento por la paz. "No hay alternativa a la paz, la opción de la violencia debe desaparecer de nuestro mundo común", afirmó Netanyahu, según la agencia France Presse. "Ciertamente", puntualizó, la elección de la paz significa respeto de los acuerdos, pero éste no puede ser unilateral, y lo que nosotros nos exigimos a nosotros mismos también os lo exijmos a vosotros".

Por otra parte, el portavoz del Ejército israelí anunció ayer que un total de 35.000 palestinos, de los 60.000 que habitualmente trabajaban en Israel, podrán pasar la frontera a partir de este domingo.