"Es sólo, una cuestión de tiempo"
En los pasillos del poder de Bagdad se puede respirar el aire de satisfacción y confianza en el futuro. "Es sólo cuestión de tiempo", decía ayer uno de los principales asesores de Sadam Husein, "para que la manzana caiga finalmente en nuestras manos". La "manzana" ya no es Kuwait. Es el término que se usa para hablar del "inminente colapso" del implacable régimen de sanciones económicas internacionales que han transformado a una de las más grandes potencias de Oriente Próximo en un país incapaz de importar medicinas, mucho menos producirlas.Desde el punto de vista de Bagdad, la última crisis en el Golfo ha sido una bendición: dos sonoros, pero aparentemente inocuos, ataques norteamericanos contra supuestos objetivos militares en el sur a comienzos de septiembre han tenido el efecto de un bumerán. "Los norteamericanos se han quedado solos. La alianza contra Irak ya no existe. Los misiles de EE UU no nos han hecho daño alguno. Al contrario, han despertado la solidaridad europea y árabe con Irak", dice el funcionario.
Hablar directamente con Sadam es imposible. "El presidente no concede entrevistas. Créame, para eso estamos nosotros", dice el asesor. "Lo que le digo yo es como si saliera de labios del presidente", añade en el prólogo de una exposición de dos horas sin más interrupción que la ocasional aparición de un subalterno cuya misión es que no falte té, bien cargado. "Lo que Irak se propone en los próximos días es dar un importante cambio de política, un giro conceptual que va a asombrar a muchos, especialmente a Washington"
Nueva estrategia
Los indicios de que Sadam ha optado por una nueva estrategia para poner en jaque a Washington no han pasado inadvertidos. El vicepresidente iraquí Taha Yasín Ramadán declaró que Ias próximas batallas de Irak se librarán en el terreno político".El Gobierno está dando la máxima prioridad al mensaje de que Bagdad no quiere en ningún caso un nuevo enfrentamiento militar. El portavoz presidencial lo confirmó entre sorbos de infusión afirmando que el camino a seguir, de hoy en adelante, es el de cumplir con todas las resoluciones de las Naciones Unidas, sin desafiar ni una coma.
"Washington se ha quedado sin argumentos legales como para seguir oponiéndose a la puesta en marcha de la resolución 986", dijo. Se refería al instrumento que debe autorizar a Irak a vender semestralmente petróleo por un valor de 2.000 millones de dólares a fin de atender sus obligaciones con Kuwait y adquirir medicinas y alimentos por primera vez desde la imposición de sanciones en 1990. "Y una vez que reanudemos las ventas de nuestro petróleo, no habrá quien nos pare".
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